Los empresarios que mantienen un espíritu religioso, sin importar la iglesia en que se congreguen, deben mantener un comportamiento ético en su quehacer productivo y en su relación como suplidor del Estado, aseguró el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Luego de participar en la inauguración del primer Simposio de Libertad Religiosa del Caribe, auspiciado por la PUCMM, el reverendo padre Ramón Alfredo de la Cruz Baldera sostuvo que un pensamiento religioso en el hombre de empresa “llama también a un comportamiento ético”.
Recordó que el papa Francisco ha planteado que la última debacle financiera que se originó en Estados Unidos “más que crisis económica era una crisis de la ética”.
“Cuando el empresario olvida la ética en su quehacer empresarial produce crisis, produce crisis social, produce descrédito, produce desestabilidad, porque las riquezas se usan no para los fines que ellas están llamadas, que es para el desarrollo y el bienestar social, para bien común, y se convierten solamente (en instrumentos) para el bienestar individual”, dijo De la Cruz Baldera.
El simposio atrajo al país, durante tres días a expertos y académicos internacionales, así como a funcionarios y representantes de medios de comunicación y distintas iglesias de Estados Unidos, Chile, Argentina y 15 países del Caribe.
El discurso inaugural lo pronunció la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, quien aseguró que “quizás una de las pruebas más importantes del esfuerzo que realiza la humanidad para tener un mundo desarrollado, que respete al ser humano, es justamente una efectiva libertad religiosa”.
Cedeño sostuvo que “algunos creen, erróneamente, que la humanidad se ha desarrollado a pesar de la religión, cuando en realidad es todo lo contrario”. “El mundo es como es por la religión, por el esfuerzo colectivo que hemos ejercido para edificar un mundo animado por el desarrollo colectivo, en contraposición al desarrollo individual”, añadió.
Recordó que el Artículo 55 de la Constitución dominicana garantiza la libertad de conciencia y de culto y que ese derecho debe fortalecerse, “y así evitar lo que hoy sucede en 38 países del mundo, que muestran evidencias inequívocas de violaciones a la libertad de religión”.
Mientras, De la Cruz Baldera se mostró orgulloso de que la PUCMM, una academia de la Iglesia católica, acogiera el simposio. “Nos sentimos muy cómodos, porque como universidad pontificia estamos llamados a fomentar la comprensión entre los pueblos, en primer lugar, y eso lleva también a la comprensión entre las diferentes denominaciones religiosas que existen aquí en República Dominicana”.
El rector insistió en que, al promover la libertad religiosa, la PUCMM asume la tarea planteada por el papa Francisco de “buscar la unidad de los cristianos” y el acercamiento entre las distintas denominaciones.
“Es muy importante acentuar que la religión ayuda al crecimiento económico de los pueblos, que la religión es un factor muy importante en la paz social y que en la medida que haya paz social en un país hay desarrollo económico, entonces la religión se convierte en fundamento de ese crecimiento económico”, sostuvo.
De la Cruz Baldera dijo que el simposio quiso llamar la atención a los empresarios católicos, episcopales, de los mormones, de las iglesias evangélicas, para que sepan que, desde la religión, “ellos están llamados a colaborar para que el país se desarrolle en el ámbito económico”.
Entre los expertos que participaron en el evento figuan Brian Grim, presidente de Religious Freedom and Business Foundation (RFBF), reconocido investigador y conferencista internacional, quien resaltó los aportes de las distintas congregaciones religiosas a la economía de Estados Unidos y de todos los países.
Grim, investigador de la Georgetown University, destacó que solo en Estados Unidos las distintas religiones aportan al menos 1.2 billones de dólares al año a la economía, una cifra que excede de los ingresos de las diez compañías tecnológicas más grandes, incluyendo a gigantes como Apple, Google y Amazon.
Explicó que en Estados Unidos conviven unas 344,000 congregaciones que, además de lugares de culto religioso, conforman núcleos de apoyo comunitarios que se enfocan en apoyar a la población en áreas como el trabajo, la educación, la caridad y el cuidado de niños.
Acciones de caridad
Brian Grim, presidente de RFBF, aseguró durante su conferencia que las congregaciones religiosas en Estados Unidos financian más de 1.5 millones de programas sociales y reúnen a más de 7.5 millones de voluntarios. “Los líderes y miembros y voluntarios de estas congregaciones pagan todos los días para servir a los más vulnerables de entre nosotros, no por dinero ni reconocimiento, sino por amor y fe”, destacó.
Sostuvo que las distintas iglesias mantienen abiertos más de 78,000 programas para ayudar a personas que luchan contra la enfermedad mental. Además, que mantienen más de 56,000 grupos dedicados a la mejora de las relaciones raciales y 129,000 que apoyan a personas que luchan contra el alcohol y las drogas.
Además, que unos 25,000 grupos auspiciados por las religiones proporcionan apoyo a personas que viven con el VIH Sida y 120,000 amparan a los desempleados, mientras otros 25,000 se dedican a discutir sobre la necesidad de reducir la contaminación ambiental.