Santo Domingo.- La administración de presidente Danilo Medina está decidida a iniciar la construcción de dos plantas de 300 megavatios utilizando carbón como combustible. La decisión está tomada porque el tiempo apremia en cuanto a la solución definitiva del problema energético. La primera señal de los plantes en este sentido la dio el primer mandatario en su viaje por Sudamérica.
La otra señal viene de adentro, de asesores muy cercanos del próximo presidente de la República, quienes aseguran que no se puede esperar a que el sector privado invierta porque eso tomaría mucho tiempo. El monto del subsidio, uno de los principales generadores de déficit del Gobierno, es la preocupación principal, pues el esquema de indexación (fórmulas) en nada contribuye con la solución al problema.
La solución, es lo que sostienen los asesores, está en colocar plantas que generen más barato y que sirvan de contrapeso para no tener que utilizar las que distorsionan los precios porque producen muy caro. Además, las plantas a carbón se han convertido en la principal opción porque su tiempo de instalación es más corto.
Como justificación para que el Estado entre a la generación directamente está en que de nada vale que entren las primeras plantas que por orden de mérito son más económicas, si en las horas de mayor demanda entran las caras a cuyos precios se calculan las demás.
La decisión de la próxima administración va en el mismo tono que la recomendación del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (IE-UASD). La información técnica disponible de la entidad establece que el único combustible fósil que por existir reservas suficientes mantendrá un precio relativamente bajo en los próximos años, es el carbón mineral.
El IE-UASD recomienda en lo inmediato contratar 1,200 megavatios de energía convencional a carbón, con un sistema de cero emisiones de partículas, similar a la instalada en Guayama, Puerto Rico; y para el año entrante contratar 900 megas adicionales del tipo ciclos combinados con gasificación de carbón integrada (CCGCI), que tienen la ventaja de poder operar como duales usando como combustible alternativo el gas natural.
Informes establecen que la administración de Medina quiere evitar lo que sucedió con el proyecto de las plantas a carbón que sumarían 1,200 megavatios, cuyo proyecto debió iniciarse durante los próximos 90 días de la firma, pero pasaron los años y la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), que hoy dirige Rubén Bichara, no pudo enviar las invitaciones para dar el primer picazo.
Entre las razones, algunas apoyadas en los contratos firmados con Emirates Power (26 de febrero del 2006) y Sichuan o Consorcio Pepillo Salcedo (22 de marzo del 2006), estuvieron la falta de recursos, pues ninguna de las empresas informaron sobre el “cierre financiero” para iniciar los trabajos.
Para el IE-UASD, la planificación del sector energía, como instrumento del desarrollo nacional, ha sido sustituida por una permanente imprevisión e improvisación, favoreciendo así los intereses de las empresas extranjeras. A consecuencia de ello, sostiene la entidad en un informe preparado en marzo de este año, la electricidad del país es una de las más caras del área.