El título de esta columna quizá sea un cuestionamiento que nos hacemos con frecuencia, principalmente quienes estamos en el ejercicio del periodismo económico. ¿Por qué es importante la calificación de riesgo país? Lo primero que debemos saber es que hay tres empresas o firmas de renombre en todo el mundo que lo hacen.
¿Por qué? Porque son estas tres empresas (Moody’s, S&P y Fitch) las que también sirven de conexión entre los emisores de deuda y los inversores. Para dar una calificación se toman en cuenta factores relacionados con la economía y la política. Los bancos, por ejemplo, clasifican su cartera de clientes en A, B, C y D. Es algo parecido.
¿Qué implica para un país tener una calificación D o una AAA? La peor de todas es la D, pues demuestra que el Estado no está en capacidad de cumplir con sus compromisos. Viene a ser como una situación de quiebra. Este es el peor rango en el nivel especulativo. Estar en la peor posición descalifica a cualquier país para colocar bonos en el mercado, pues nadie arriesgaría su dinero con un emisor sin capacidad de pago.
Es bueno destacar que entre BB+ o Ba1 y D o DDD se está en el grado especulativo, lo que indica que las tasas de interés, especialmente para los que pueden colocar (porque están en cualquiera de las B) serán más altas.
República Dominicana aún está en grado especulativo, lo que significa que una mejoría ayudará a lograr más bajas tasas de rendimiento. Cuando un país logra entrar al grado de inversión, una meta que llevamos siete años por alcanzar, entonces hay mejores condiciones de colocación de los bonos. Mientras mejor es la calificación más barato o económico cuesta acceder al mercado de capitales.
Ahora, por ejemplo, nuestra calificación es de Ba3, que según Moody’s significa “pago probable, pero incierto”. Quiere decir que no existe preocupación de impago en el corto plazo y capacidad tangible de ajuste en un contexto de severos choques económicos, financieros y políticos.