¿Por qué y para qué insistir en lo lógicamente inaplicable? Este fue el título del editorial anterior. Es una posición responsable que hemos asumido como medio de comunicación. Nada, absolutamente nada, puede estar por encima de la seguridad de la gente. El ser humano siempre ha de estar en primer lugar. Los intereses económicos particulares no pueden superponerse a la vida.
El Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) decidió postergar cualquier decisión respecto de la integración o no, en una misma estación, del expendio de combustibles líquidos y gas licuado de petróleo, porque su prioridad es concluir los procesos de reformas normativas y de regularización de todas las estaciones de expendio de combustibles existentes, tanto líquidos (gasolina, gasoil y otros), como gaseosos (gas propano y gas natural). Es una decisión inteligente que merece el apoyo de toda la población. Festinar es riesgoso.
El MICM plantea que “los riesgos potenciales que derivan de una operación mixta, demandarían de un marco regulatorio más estricto, mayores recursos operativos, técnicos y logísticos, así como del perfeccionamiento de mecanismos de supervisión y control mucho más sofisticados que los vigentes”, en el entendido de que “no se trata de la simpleza de agregar un producto en un local, sino de una nueva categoría de estaciones”.
Inteligentemente la autoridad se refiere al debate que mantienen los distribuidores de gasolina y gasoil que propugnan porque se permita vender tanto combustibles líquidos como gaseosos en una misma estación. La entidad estatal sostiene que “lo urgente es ejecutar el Plan de Regularización diseñado para resolver una delicada situación que ha estado pendiente por décadas”.
Merece un reconocimiento la actitud responsable del MICM cuando dice que la decisión de permitir o no el expendio mixto de combustibles líquidos y de GLP debe incluir también una evaluación, más allá de los intereses económicos sobre la necesidad y conveniencia, dado el gran número de estaciones existentes. Y tiene más razón al afirmar que “su creación luce de poco beneficio para la población dado que, en adición a la proliferación de estaciones, el precio de los combustibles no está determinado por la libre competencia”.
Como sostienen sectores y expertos, de lo que también se hace eco el Ministerio, “crear una nueva modalidad de expendio, en un escenario como el actual en que se incumplen normas elementales de seguridad, de construcción y medio ambientales, impactaría negativamente en el incremento de los riesgos a la población”.
Según la autoridad, la decisión plantea que el proceso de la regularización, definición de reglamentos y normas, incluyendo las de seguridad y calidad, para adecuar el sector de los combustibles, es una ardua tarea que podrá conllevar algunos años de trabajos sostenidos.
La entidad estatal también señala que las estaciones de combustibles líquidos, en el caso que compete al GLP, no cuentan con un reglamento de seguridad, el cual sería elaborado como parte del plan que se ejecuta.
Destaca que una decisión como la que está en discusión, “ameritaría de estudios técnicos profundos, así como la creación de nuevas normativas ajustadas a los estándares internacionales y nacionales de seguridad, entre otros aspectos”. Cita que países como Corea del Sur, que es el principal productor de vehículos a GLP, no dispone de estaciones mixtas. Confiamos en buen tino de las autoridades.