Bien por el presidente Danilo Medina. Eliminó (suprimió) el viceministerio Gestión de Competitividad. No hay duda: el Estado dominicano ha subido de peso y año tras año continúa haciéndose más pesado burocráticamente hablando.
No tiene sentido (y no tenía) la existencia de este viceministerio cuando tenemos el Consejo Nacional de Competitividad que sí es el órgano que por ley (1-06) tiene la responsabilidad de trazar (o definir) las políticas en esta materia.
Seguro, muy seguro, deben existir muchas otras instituciones multiplicadas por ahí, haciendo nada y creadas para hacer lo que ya hacían otras. Por supuesto, probablemente no han desaparecido porque sirven como “botín de guerra” (o de política/partidaria) para pagar algunos favores a quienes, escudados en partiduchos, se agencian algunas tajadas del Gobierno.
Pero así es nuestra democracia, cara y costosa (podría decirse que demasiado), pero es la que nos gastamos y merecemos los dominicanos. ¿Hasta cuándo será?