[dropcap]E[/dropcap]n agosto de 2010 República Dominicana lanzó una estrategia para alcanzar el “grado de inversión”. ¿Qué es? ¿Qué significado tiene conseguir esta meta? ¿Para qué sirve? ¿Con qué se asimila esto? ¿Cómo lo interpretan los inversionistas o mercados internacionales? ¿Qué relación tiene con la capacidad soberana de pago? ¿Por qué es necesario trazar una ruta para llegar a este fin? ¿Qué diferencia tiene con “grado especulativo”?
Es oportuno dejar constancia de que la fortaleza económica, institucional, financiera del gobierno y la susceptibilidad a eventos de riesgo son aspectos a tomar en cuenta en este proceso. Si alguna de estas variables falla es posible que la meta se ponga más lejos. Los datos establecen que siete años después el país no lo logra, pues es necesario obtener una calificación de BBB-/Baa3 o mejor.
Moody’s, Standard & Poor’s (S&P) y Fitch son las agencias calificadoras más reconocidas en el mundo y, por ende, las que tienen, por decirlo de alguna manera, la capacidad de analizar la posición financiera de un país. Las tres suministran calificación de deuda a largo y a corto plazo a través de un sistema alfabético que determina la apreciación de crédito.
¿Cuál es la calificación actual de República Dominicana? En julio de este año la agencia calificadora de riesgo-país Moody’s mejoró la calificación de largo plazo del país. La colocó en “Ba3”, desde el nivel “B1” en que se encontraba desde 2010, año en que se comenzó a implementar la estrategia para alcanzar la categoría “grado de inversión”.
Según Moody’s, “B1”, donde estaba el país hasta mediados de este año, implica un alto riesgo para los inversionistas, pues un choque (externo o interno) puede provocar default y/o preocupación material sobre la disposición de pago.
En el nivel actual, o sea, “Ba3”, aún en “grado especulativo” (pago probable pero incierto), no existe preocupación de impago en el corto plazo, y capacidad tangible de ajuste en un contexto de severos choques económicos, financieros y políticos.
Para mejorar la calificación, la agencia valoró que los porcentajes de la deuda pública sobre el producto interno bruto (PIB) del país hayan sido inferiores a los de sus pares en la categoría “B” durante la última década, y por debajo de la mediana de los países “Ba3” desde 2014.
Por supuesto, República Dominicana está obligada a tener la capacidad de mantener un marco político-económico coherente y evitar cualquier problema de repago de la deuda en el corto plazo en caso de enfrentarse con un fuerte choque a las finanzas públicas.
¿Cuántos escalones faltan para llegar a “grado de inversión”? Dos. El país tendrá que pasar el “Ba2” y el “Ba1” para alcanzar el “Baa3”, en el caso de Moody’s, o el BBB- (S&P y Fitch). Lograrlo significará que el país tendrá una capacidad adecuada de pago. Significa, entonces, que el reto que se inició hace siete años tendrá que esperar un poco más.
Para Moody’s, según nota colgada en el Ministerio de Hacienda, la mejoría en la calificación refleja el alto crecimiento económico continuo, la reducción del déficit fiscal observado en los últimos cuatro años y la disminución de las vulnerabilidades externas.
La agencia destaca el fuerte crecimiento económico del país, con un PIB per cápita por encima de sus pares de la categoría “B”, así como las perspectivas de mantener una expansión económica soportada en una fuerte demanda interna y los ingresos externos que genera el turismo y las remesas.
Otra de las razones que llevaron a esta agencia a mejorar la calificación de riesgo-país fue que en 2016 el sector público no financiero (SPNF) registró, por primera vez en 10 años, un superávit primario de 0.1% del PIB, proyectando que permanezca estable en los próximos dos o tres años. Por supuesto, su apuesta es que continúe una menor subvención al sector eléctrico y recortes en los gastos de capital, luego de que culminen algunos proyectos de infraestructura en construcción.
¿Por qué es importante alcanzar el “grado de inversión”? Se logra a través de una mejor calificación soberana, la cual se traduce en ahorros importantes en los gastos por intereses a los emisores de deuda.
Un ejemplo, reseñado en el documento “Una estrategia para alcanzar grado de inversión de República Dominicana”, del Ministerio de Hacienda (2010), muestra los rendimientos de los bonos dominicanos frente a los de países de mayor calificación, como Perú (BBB-), Panamá (BBB-) y Colombia (BB +).
Establece que en el caso de Perú, con vencimiento en 2027, cotiza a 5.44%, mientras que el bono global dominicano, que vence en el mismo año, se negocia a rendimientos de 7.87%, una diferencia de 243 puntos básicos. Esta diferencia es equivalente a US$24 millones de intereses anuales asumiendo un bono con un valor facial de US$1,000 millones.
Algo debe quedar claro: las calificaciones de la deuda soberana expresan opiniones de las agencias calificadoras de crédito sobre el riesgo que enfrenta un inversionista que posee los títulos de deuda de un gobierno determinado. En este sentido, el país busca al alcanzar el grado de inversión porque de esta forma se reducirá el costo financiero de las nuevas emisiones en casi 200 puntos básicos (entre un 25% a 30% del costo actual) bajo las actuales circunstancias.
Según Hacienda, mejorar en las calificaciones crediticias permite disminuir el costo de la deuda pública, y en buena medida orientar más sus recursos a otros gastos prioritarios. También se reduce el costo del crédito para el sector privado y los vaivenes en obtener financiamiento en los mercados internacionales.
Logros y sugerencias
Durante el período de implementación de la estrategia, el país ha logrado emisiones soberanas a 10 años y tasa de 5.125% y a 30 años a tasa de 6.50%. Entre 2014-2016 se colocó deuda de bonos (soberanos y domésticos) a las tasas de interés más bajas de la historia, tanto en los mercados internacionales como en el mercado doméstico, lo que redunda en ahorros para el país.
A toda costa República Dominicana debe evitar retroceder en lo que ha logrado, pues implicaría que los bonos sean calificados como “basura”, con lo cual habría que pagar tasas de interés más altas para atraer a los inversionistas. Chile se mantiene como el mercado de bonos más atractivo en la región.
¿Cómo se logrará el “grado de inversión” que ha buscado el país en los últimos siete años? Lo que sí queda claro es que la confianza de los inversionistas no se logra con retórica, sino que es necesario mostrar resultados en el corto y mediano plazos.
Para Moody’s, dada la propensión a políticas fiscales discrecionales en el pasado, un manejo más ordenado y basado en reglas podría mejorar la calificación del país. Además, señala que un mayor desarrollo del mercado de deuda pública interna ayudará a flexibilizar las finanzas públicas y eventualmente ser una fuente importante de recursos. Una observación o recomendación de esta calificadora es que el Gobierno debe abstenerse de aumentar los gastos antes de las elecciones.
Como medida adicional sugiere reducir la dependencia a la importación de combustibles porque la considera crítica para reducir riesgos. Standard & Poor’s, según el análisis de Hacienda, podría mejorar la calificación si se percibe una reducción de la carga de la deuda pública y se dan mejoras en la liquidez externa. Asimismo, si el gobierno es capaz de implementar medidas para reducir las deficiencias estructurales fiscales.
Hacienda, vía la Dirección de Crédito Público, identifica algunas recomendación implícitas en los reportes de las agencias calificadoras. Una de ellas es mantener el compromiso de la consolidación fiscal, con una política disciplinada, ordenada (mejor basada en reglas antes que en altas discrecionalidades), que impidan un aumento en la carga de la deuda pública, es decir, mejorar la posición fiscal y así sus indicadores de sostenibilidad.
Importancia del “grado de inversión”
Los países consideran importante una buena calificación de riesgo.
Las tres empresas calificadoras Fitch Ratings, Standard & Poor’s y Moody’s evalúan en base a variables o indicadores macroeconómicos, políticos e institucionales. Para estas firmas, dependiendo de cómo estén estos aspectos será el grado de confianza respecto a la certeza de que se honren los compromisos de deuda.
Por ejemplo, a Haití se le haría más difícil colocar un bono en los mercados internacionales que a República Dominicana, ya que en esa nación hay incertidumbre respecto a su economía y sistema político, así como en la fortaleza de sus instituciones públicas.
Definición y algunos ejemplos
El grado de inversión es una clasificación otorgada a un país sobre una evaluación concedida por las agencias calificadoras de riesgo crediticio como son Fitch Ratings, Standard & Poor’s y Moody’s, que dan diferentes grados calificadores a la deuda gubernamental, la libertad de prensa y la distribución de la renta y obtienen un promedio.
Las agencias de crédito, también conocidas como agencias de “rating”, dividen a los países en dos grandes grupos: los que poseen grado especulativo y los que poseen grado de inversión. Dentro de cada uno de estos dos grandes grupos se presentan las “notas” atribuidas.
En el caso de las agencias Fitch y Standard & Poor’s, la nota más baja posible es D, que la sitúan, obviamente, en el grupo especulativo. Después de eso, S&P, en orden ascendente, las notas son C-,C, C+, CC-, CC, CC+, CCC-, CCC, CCC+, B-, B, B+, BB-, BB y BB+. La nota más baja posible del grado de inversión es la nota BBB-, seguida de BBB, BBB+, A-, A, A+, AA-, AA, AA+. y del AAA.
Entre los países clasificados para las agencias en la categoría de grado especulativo se encuentran, por ejemplo (según Standard & Poor’s): Líbano (B), Ecuador (B), Argentina (B), Bolivia (BB-), Paraguay (BB), Jamaica (B-), Venezuela (c), Brasil (BBB-) Turquía (BB), Guatemala (BB), Costa Rica (BB), Portugal (BB).
1 En la categoría de grado de inversión están: Turquía (BBB-),2 Uruguay (BBB-),3 Colombia (BBB+), India (BBB-), Rumanía (BBB-), Panamá (BBB), Perú (BBB+), Túnez (BBB), Croacia (BBB), México (BBB+),4 Rusia (BBB+), Italia (BBB+)5 Sudáfrica (BBB+), Tailandia (BBB+), Hungría (BBB+), España (BBB+), Malasia (A-), Polonia (A-), Chile (AA-), China (AA-), Taiwán (AA-), Hong Kong (AA), Japón (AA), Bélgica (AA+), Estados Unidos (AA+), Francia (AA+),5 Austria (AA+) Canadá (AAA), Reino Unido (AAA), Australia (AAA), Suecia (AAA) y Dinamarca (AAA).