El sector privado no se opone al Plan Maestro de Política Farmacéutica Nacional del Ministerio de Salud Pública. Al contrario, apoya el fortalecimiento de la facultad reguladora de la entidad y el buen funcionamiento del mercado.
Durante una entrevista para el periódico elDinero, Fernando Espinal y Patricia Mena, representantes de Industrias Farmacéuticas Dominicanas (Infadomi); y Henry Suárez Ruiz y Fernando Ferreira, de la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF), explicaron que hay dos puntos del plan que afectan al sector: el control de los precios y la obligatoriedad de la receta por Denominación Común Internacional (DCI) o nombre genérico de los medicamentos.
Fernando Espinal, miembro de la directiva de Infadomi, aseguró que el sector ofrece diferentes productos con todo tipo de presentaciones y precios, y que nunca ha habido escasez de medicamentos, porque hay una variedad de oferta en muchas manos. “Eso hace la diferencia, tenemos un sector que es altamente competitivo y eso, desde el punto de vista económico, es muy positivo”.
El empresario manifestó que si se aprueba la idea de que haya una concentración de suplidores, eso traerá como consecuencia escasez de medicamentos y aumento en los precios.
Destacó que la industria le ofrece al médico opciones para que pueda elegir el tratamiento más adecuado para sus pacientes y que algunos fármacos contienen más de un principio activo, por lo que no encajarían con la Denominación Común Internacional.
“Si al médico se le prohíbe indicar una marca que contiene una combinación de diferentes principios activos, automáticamente hay una cantidad enorme de medicamentos que quedarían fuera de la posibilidad de ser recetados y de ser comercializados”, expresó.
Espinal entiende que el sector hace grandes aportes y que las conversaciones con las autoridades deben continuar para llegar a un plan que reúna todas las características actuales de la industria.
En ese sentido, Henry Suárez Ruiz, presidente de ARAPF, señaló que el Ministerio de Salud está tomando en cuenta su punto de vista y están haciendo una revisión del plan.
“Hay un interés por parte del Gobierno de que el mercado farmacéutico se regularice y eso es positivo. Hay un interés de que exista la fármaco-vigilancia, que es la obligatoriedad a que se sigan las reglas establecidas por la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps) sobre el registro y sobre todo lo que tenga que ver con los medicamentos, para que estos sean seguros para la población y evitar la existencia de productos falsificados y de contrabando”, resaltó.
Es por ello que reiteró que no están en contra del plan, sino que quisieran que se base en hechos reales y no en unos sacados de informes, publicaciones y proyectos que no dicen la realidad del mercado.
Para Suárez Ruiz, el proyecto se basa en que la mayoría de los productos que se comercializan son importados, lo cual negó al explicar que el 65% de los medicamentos son fabricados en el país.
Además, detalló que en el país solo hay 19 productos originales que están patentados y que todos los demás son genéricos o que se pueden comercializar de forma genérica. “Simplemente tienen una marca, porque es más fácil identificarlos por una marca que por su principio activo”.
Indicó que en el plan se considera que los precios de los medicamentos son altos, porque se parte de un informe internacional, donde no toman en cuenta los descuentos que ofrece la industria farmacéutica para que el costo sea más equitativo para la población.
“Queremos que todo lo que tenga que ver con plan maestro de medicamentos se base en una realidad: la realidad del mercado dominicano. Nosotros lo único que queremos es que continúe siendo un mercado de oferta y demanda, porque tenemos toda la oferta necesaria para suplir las necesidades de los médicos y las necesidades de los pacientes”, recalcó.
En tanto que Patricia Mena, vicepresidenta ejecutiva Infadomi, consideró que el plan se debe enfocar más en fortalecer la facultad reguladora y de vigilancia del Ministerio de Salud.
Competitividad
Fernando Ferreira, vicepresidente ejecutivo de ARAPF, aseguró que el mercado farmacéutico privado es suplido por más de 550 empresas y que la que tiene mayor participación apenas alcanza un 5%. Mientras que las 10 empresas que más venden en el país solo reúnen un 30% del mercado.
“Es un mercado completamente abierto, donde toda empresa que quiere participar solo tiene que llenar los requisitos legales que exige el Ministerio de Salud Pública y bienvenido sea, vamos a competir en el mercado”, expresó.