Podemos decir que en la actualidad existe un cierto paralelismo en cuanto al comportamiento de la economía dominicana a nivel local y la que se vislumbra a nivel internacional.
Por un lado, nuestro riesgo país es inferior a la media de Latinoamérica, la mayor parte de la composición de la deuda dominicana es a través de emisiones de renta fija, y algunos sectores, tales como hoteles y restaurantes e intermediación financiera, entre otros, lideran el crecimiento económico dominicano. Dicho esto, también es una realidad que la deuda pública va creciendo a un ritmo acelerado, y hay algunos temas importantes sobre el tapete, como la simplificación del Código Tributario para evitar promover el desarrollo del sector informal.
Cabe resaltar que el crecimiento económico en el primer semestre del 2017 fue de un 4%, por debajo del comportamiento del PIB durante los tres últimos años, pero por encima de la región (proyección por parte del FMI para Latinoamérica este año es de un 1.2%). Nuestro riesgo país está por debajo del promedio de AL y, por ende, podemos emitir deuda más económica y fomenta el Inversión Extranjera Directa (IED).
También es cierto que, aunque la mayoría de nuestra deuda está compuesta por tasas fijas, si la Reserva Federal sube sus tipos de interés en diciembre, las emisiones de deuda soberana dominicana colocadas en los mercados internacionales de capitales será más cara.
La deuda pública sigue creciendo a un ritmo acelerado y es importante hacer un cambio en el modelo económico dominicano para frenar el endeudamiento. Un modelo económico enfocado en aumentar las exportaciones, desarrollar a plenitud el mercado de valores, y simplificar el Código Tributario para desincentivar el desarrollo de negocios en el sector informal.