El Banco Central acaba de publicar un informe que titula “Algunas consideraciones sobre la Informalidad y los Ingresos en el Mercado Laboral de la República Dominicana”. En ese documento, la entidad estatal reguladora de la política monetaria nacional ha devorado una gran parte de los argumentos que vienen esgrimiendo representantes del sector empresarial para motivar una innecesaria reforma del Código de Trabajo vigente en el país desde el año 1992.
En ese informe se demuestra que no es cierto que los ingresos de los trabajadores informales estén muy por debajo a los ingresos de los trabajadores formales. Por el contrario, en la mayoría de niveles de trabajo, los informales ganan más que los formales y muchos están en la formalidad por voluntad propia.
El documento también demuestra que los niveles de productividad de la clase laboral han estado muy por encima de los bajísimos niveles salariales que vienen pagando los empresarios a sus empleados.
Indica que los salarios del año 2013 en el sector privado, tienen niveles de poder adquisitivo por debajo de los que se devengaban en el año 1991, es decir, que el poder adquisitivo de los trabajadores formales del sector privado es cada vez menor, mientras que las ganancias de los empresarios y sus capitales se han incrementado de manera extraordinaria en el mismo período.
No hay dudas de que el informe del Banco Central sobre la informalidad y los ingresos en el mercado laboral es una señal directa enviada al presidente Danilo Medina para que no permita que el Código de Trabajo sea modificado con el único objetivo de reducir derechos y beneficios a la ya maltratada clase trabajadora y más beneficios a los ya excesivos que reciben los empresarios que promueven esa reforma.
Ya lo han advertido expertos calificados como el exvicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, quien es un experto en asuntos laborales. Ha dicho en reiteradas ocasiones que la modificación del Código de Trabajo no dará ningún tipo de beneficios al sector laboral.
Pero además, el economista y actual superintendente de Bancos, Rafael Camilo, recientemente en una reunión con los representantes del sector empresarial, les sugirió dejar de prometer una mayor oferta de empleos a cambio de modificar el Código de Trabajo. Les dijo frente a frente que no es cierto que la modificación al Código vaya a contribuir con una mayor generación de empleos formales.
Pero el informe del Banco Central es mucho más contundente, porque se basa en análisis bien fundamentados de datos estadísticos y estudios de carácter científico para demostrar que los argumentos del sector empresarial no están acordes con la realidad.
El presidente Danilo Medina es seguro que conoce en detalle ese informe, por lo que tras leerlo, desde esta humilde columna, le recomendamos analizarlo bien, para que le sirva de reflexión y motivación para impedir que durante su gestión gubernamental se permita una modificación del Código de Trabajo para perjudicar a los trabajadores.
Es cierto que hay aspectos de ese Código que deben ser modernizados o adaptados a la realidad actual, como los horarios de trabajo y la figura de la conciliación, que aclaramos, debe ser siempre bajo la asesoría y presencia de personal calificado del Ministerio de Trabajo.
Pero no menos cierto es el hecho de que los aspectos que quieren modificar los empresarios en el Código Laboral, no le aportarán nada, ningún tipo de beneficio, ni directo ni indirecto a la clase trabajadora formal o informal del país.
Esa es la única verdad.