Los huracanes Irma y María, al igual que José, impactaron territorios del Caribe Insular que tienen una presencia significativa de dominicanos que llevan décadas contribuyendo a las remesas familiares que, en término global, aportaron al país —según el Banco Central— US$3,430 millones entre enero y julio de este año y US$5,261.5 millones durante 2016.
Solo Irma, que provocó más de 40 muertes al golpear varias islas como huracán categoría 5, la mayor en la escala Saffir-Simpson, dejó daños al Caribe, sin incluir los de la isla de Cuba, por unos US$8,780 millones, según una evaluación preliminar del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) que toma en cuenta distintos reportes.
El taxista Octavio Ogando, con 30 años en las Antillas Menores, explica que en San Martín residen 8,000 dominicanos -son inmigrantes con mayor presencia después de los haitianos- de los que ya evacuaron unos 1,500, “porque se le dio preferencia a los ancianos, a los niños y a las mujeres”.
Ogando aspiró a senador en representación de la comunidad latina en la parte holandesa de la isla que tiene un poco más de 100,000 habitantes. “Perdimos casi todo porque, a veces tenemos una mansión en República Dominicana, pero aquí rentamos un cuarto pequeño, que le llamamos apartamento, pero que desde que hace una brisita se cae”.
El mismo panorama describe Felipe García George, uno de los alrededor de 3,500 dominicanos establecidos en Tórtola, en Islas Vírgenes Británicas. “Hemos podido enviar a República Dominicana cerca de 400 niños y mujeres con la ayuda del Consulado Dominicano en San Juan (Puerto Rico)”, dice.
“No sabemos la cantidad exacta de los que desean retornar al país, pero suponemos que otros 500 dominicanos más que han perdido sus empleos, principalmente en la construcción, salones de belleza y hotelería, y algunos niños y adultos que todavía quedan en la isla, quieren retornar por un tiempo”, explica.
“Casi todo el dominicano residente en la isla tiene alguien allá que depende de él, pero las remesas estarán paradas por ahora”, lamenta.
En el Caribe Insular residen al menos 88,796 dominicanos, según el último informe sobre el tema elaborado por el Centro para la Observación Migratoria y el Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA).
La mayor presencia de criollos está radicada en Puerto Rico, con 57,891 migrantes dominicanos con estatus legal, según el documento de OBMICA, aunque se estima en más de 150,000. De la vecina isla son enviadas el 1.09% de las remesas que recibe el país, de acuerdo al Banco Central.
La devastación de Puerto Rico también provocará un impacto inmediato en la balanza comercial del país que en 2016 exportó a la isla bienes por más de US$1,139.3 millones, según cifras preliminares del CEI-RD.
En el estudio de OBMICA, la investigadora Adriana Salcedo cita datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (Undesa) que establecen que para 2015 el Caribe Insular contaba con con 42 millones de habitantes, de los que 1.4 millones (3.3%) eran migrantes regionales.
Al abordar los desplazamientos intrarregionales, Salcedo resalta la presencia de 73,212 inmigrantes del Caribe Insular en Puerto Rico, de los que República Dominicana aporta el 79%.
Con un saldo oficial de al menos 16 muertos tras el paso de María, el huracán puso al Estado Libre Asociado de Estados Unidos, que arrastra una profunda crisis económica, en una situación aún más precaria.
“Según los datos registrados por el Instituto de Política Migratoria (MPI por sus siglas en inglés), en base a los datos de la División de Población de las Naciones Unidas, se estima que unos 6,000 puertorriqueños residirían en República Dominicana, mientras el número de dominicanos viviendo en Puerto Rico bordearía las 60,000 personas”, plantea Salcedo.
República Dominicana también aporta el 37.9% de los 15,069 migrantes del Caribe Insular radicados en Curazao; el 17.9% de los 19,778 de San Martín; el 12% de 38,093 de Islas Vírgenes de Estados Unidos y el 11.1% de 16,042 de Antigua y Barbuda, según la investigación.
Daños
“Los daños en Anguila (58.2%) y Turcas y Caicos (56.8%) superan la mitad del PIB de esos países, mientras que en Saint Maarten duplican ese valor”, indica el estudio del MEPyD que además advierte que las islas afectadas “muy difícilmente” logren alcanzar sus metas de crecimiento proyectadas para 2017: Cuba (2.0%), Sint Maarten (0.9%), Saint Martin, Antigua y Barbuda (1.7%), Turcas y Caicos (2.5%) y Anguila (4.9%).
El MEPyD apunta que el monto de los daños seguirá en aumento en la medida en que se conozcan los reportes oficiales, incluyendo los datos sobre Cuba que sufrió un gran impacto en su turismo, la agricultura, el sistema eléctrico, telecomunicaciones, conectividad y vivienda.
Resalta que los estragos superan la mitad del producto interno bruto (PIB) de naciones como Anguila (58.2%) y Turcas y Caicos (56.8%), mientras que en Sint Maarten duplican ese valor.
Irma y María provocaron pérdidas en el turismo. En el caso de Cuba se empezaron a producir evacuaciones desde antes del paso del primer huracán.
República Dominicana, aunque podría resultar beneficiada en forma temporal por la baja de visitantes extranjeros a destinos isleños con su infraestructura hotelera dañada por los ciclones, debió trasladar a lugares más seguros a unos 11,500 turistas durante el paso de los dos fenómenos, según informes oficiales.
Canadá se esforzó por evacuar a sus turistas de la ruta de ambos fenómenos y, con ese propósito, sólo Air Canada aumentó en tres días en más de 20 sus vuelos a Florida y el Caribe, informó la línea a los medios de prensa. En ese sentido, llegó a enviar aviones de 450 plazas a Punta Cana, un destino que sirve por lo general con aparatos de 282 pasajeros.
La precaria situación en que quedó la isla de Cuba llevó al Programa Mundial de Alimentos a entregar 1,600 toneladas métricas de alimentos para asistir durante un mes a 275,000 personas de La Habana, Cienfuegos y Santiago, según explica el informe del MEPyD. También Venezuela envió diez toneladas de alimentos, agua potable y enseres.
Hasta el 16 de septiembre el Gobierno de República Dominicana había enviado 92,256 raciones alimenticias a las islas Tórtola, San Martín, Providencia y Bermudas, con el objetivo de apoyar a los damnificados del huracán Irma. La asistencia a estos territorios era coordinada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, que además puso a disposición de la diáspora dominicana de las islas afectadas los contactos de varios funcionarios consulares con los que se pueden comunicar en caso de emergencia.
Isla Dominica
En Guadalupe, una isla con 400,000 habitantes y con unos 1,200 dominicanos, la comunidad criolla se preparaba una semana después para ir en barco a auxiliar a los migrantes del país establecidos en Dominica, devastada por Irma, tal como lo reflejan las informaciones de agencias de prensa que —en algunos casos y quizá debido a una traducción inadecuada— confundieron su nombre con el de República Dominicana.
“Con Irma solo se sintió un poco de vientos y lluvias. En cuanto a María fue todo lo contrario, tuvimos fuertes vientos y muchas lluvias, en ese sentido, hubo muchas inundaciones en los lugares más vulnerables en los que residen los dominicanos y pérdidas materiales; las autoridades han reportado la desaparición de dos personas y dos fallecidos”, explica Angela Rosado, vicecónsul del país en Guadalupe.
Rosado explicó a elDinero que la cónsul en Guadalupe, Andrea Medina, se trasladó desde el pasado sábado a Dominica, donde residen unos 3,000 dominicanos, para gestionar el arribo de un barco con 10 toneladas de alimentos enviado desde República Dominicana. El Gobierno también gestionó la evacuación de nueve pacientes.