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@estebandelgadoq
Estuve observando el informe o ¿los informes? estadísticos del “crecimiento” de la cartera de créditos de los bancos de servicios múltiples durante el primer trimestre de este año.
Algunas cifras deben llamar a preocupación, aunque al final, parece que a nadie le interesa y todos sólo se enfocan en obtener ganancias sin importar de dónde provengan.
Lo primero es que una nota de la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA) indica que durante el primer trimestre de este año la cartera de créditos aumentó en RD$45,000 millones o en 8%. Todos felices, pues eso es mucho dinero. Sin embargo, lo que no dice la nota de la ABA es cuál fue la distribución de esos créditos, hacia dónde fue ese dinero.
Pero también el Banco Central publica un informe sobre el mismo tema, sólo que en lugar de un crecimiento de los préstamos de RD$45,000 millones, habla de RD$41,896 millones, cifras que no sólo están por debajo de lo que informa la ABA, sino que además no coinciden con las dadas a conocer por la Superintendencia de Bancos sobre el mismo período y el mismo sector, pues, mal contados, me da RD$46,285 millones. ¿Qué les parece?
Pero más preocupante aún es el desglose de esa cartera de créditos. En un artículo publicado por el buen amigo Alejandro Fernández (Argentarium, jueves 7 de abril, Diario Libre), hace referencia a un asunto grave: el elevadísimo porcentaje de esa cartera que fue demandado por el sector público, es decir, por el Estado.
Resulta que el 95.6% de los RD$41,896 millones de préstamos otorgados en el período, fue para el sector público, y que el sector privado, es decir, los que están llamados a generar riquezas, sólo demandaron RD$1,809 millones, menos del 5%.
Sean cuales fueren las cifras reales, e independientemente de que algunas estadísticas no coincidan, lo cierto es que en los primeros meses de este año la canalización de préstamos de la banca múltiple al sector privado -las industrias, el comercio, los consumidores- fue mínima en comparación con el volumen que demandó el Gobierno.
Hay que tomar en cuenta que los préstamos al sector público no son para nada productivos, pues generalmente se usan para cubrir déficits o pagar deudas y no para invertirlos en sectores con tasa de retorno o que generen riquezas.
Es una evidencia de que la carrera de endeudamiento de sector público continúa, no sólo en el exterior, sino también a lo interno.
No hace falta suponer que la mayor cantidad de créditos al sector público es canalizada por el estatal Banco de Reservas.
Para tener una idea, de los más de RD$46,000 millones que habrían sido prestados por la banca múltiple durante los primeros tres meses de este año, sólo el Banco de Reservas prestó RD$34,647 millones, casi el 75%.
En el corto plazo, el resultado de este situación será de cuantiosas ganancias para los bancos de servicios múltiples, con base en el pago de intereses de un Estado que ha de obtener los recursos para cubrir esos compromisos a través de la toma de más préstamos y del cobro de impuestos, mientras que los sectores productivos, que no están demandado préstamos, no registrarán un crecimiento favorable, pues no están invirtiendo y sus ventas o producción no está aumentando.
Ojalá que esa no sea la tendencia de los tres trimestres siguientes de este año, porque de seguir igual, no habría forma de que la economía medida por el producto interno bruto crezca en la proporción que han estimado las autoridades del Banco Central.
¡Todo lo anterior, es asumiendo que no se maquillen las cifras!