[dropcap]L[/dropcap]a educación es transversal a todas las actividades humanas. Está demostrado que un pueblo educado se desarrolla más, se enferma menos, respeta las leyes y tiene más conciencia sobre lo que significa un régimen de consecuencias.
Lo que se padece a diario en las calles de la capital y otras ciudades del país es la triste y penosa realidad. Sólo la falta de educación, acumulada durante muchos años, justifica parte del caos.
Ciertamente hay muchos vehículos concentrados en el polígono central, la mayoría entrando desde la periferia, lo cual también es parte del problema. Sin embargo, la forma temeraria en que muchos conducen, la falta de autoridad y de un régimen de consecuencias son factores que se adhieren.
Las esperanzas están puestas en el Intrant, entidad de reciente creación que busca ponerle orden a un caos que tiene múltiples causas. No perder las esperanzas es lo único que se debe hacer, pues es lo último que se pierde.