El sector eléctrico dominicano continúa siendo uno de los principales problemas que afectan a la economía. Las dificultades del sector eléctrico se reflejan en demanda no satisfecha por parte de las empresas distribuidoras de electricidad (EDE), pérdidas operativas de las EDE que deben ser cubiertas con transferencias corrientes del Gobierno Central, costos de los hogares y las empresas relacionados con autogeneración, y subsidios tarifarios y directos a los hogares, entre otros.
En las gráficas se muestran algunos enfoques para medir el desempeño que ha tenido el sector eléctrico dominicano en los años recientes, y en los primeros cinco meses de 2017.
Los gráficos ponen en evidencia los problemas de gestión de las EDE con relación a las pérdidas y a la incapacidad de poder suplir la demanda y de traspasar menores costos de generación a los consumidores.
Entre el 23 de julio y el 19 de agosto, la energía generada en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) fue, en promedio, 3.3% mayor a la generación programada.
Durante las últimas cuatro semanas, la energía programada fue de 1,366.6 GWh, mientras que la generación de energía fue 1,411.3 GWh. Dicho de otra forma, las empresas generadoras han estado generando la energía que se les ha demandado durante el último mes. En ese sentido, es importante señalar que la energía programada está estrechamente relacionada con criterios financieros de las EDE, ya que estas son las que adquieren la mayor cantidad de energía en el país, equivalente a más del 80% de la energía que producen las empresas generadoras.
En la medida en que las EDE no pueden adquirir más energía por razones financieras, en esa medida recurren a la gestión de demanda (apagones), y disminuyen la oferta a sus clientes.
El 80.3% de la energía no servida por las empresas de distribución de electricidad (EDE), en las últimas cuatro semanas, se debió a la gestión de demanda, es decir, la demanda que no pudo ser suministrada (apagones). Dentro de este renglón, EdeNorte fue la distribuidora con mayor proporción de demanda no suministrada, un 37.0% del total. La segunda causa de energía no servida por las EDE se debió a mantenimientos correctivos y programados.
Sin embargo, esta causa a penas representó un 10.7% de la demanda no suministrada. En último lugar, con un 9% se encontraron las demás causas, como sobrecarga, baja frecuencia, baja tensión, salida de transmisión, nuevas instalaciones, déficit de generación y protección de equipo de distribución. La mala gestión financiera de las EDE sigue siendo la mayor causa de ocurrencia de cortes en el suministro eléctrico, por lo que no son provocadas por las empresas de generación, ni averías.
Entre 2009 y 2016, la energía comprada por las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) que no pudo ser facturada y no pudo ser cobrada promedió 37.3% anual; 33.5% no pudo ser facturada y el 3.9% restante no pudo ser cobrado. Durante este período, el porcentaje de pérdidas disminuyó en 6.2 puntos porcentuales.
No obstante, dichas pérdidas siguen siendo altas. Entre enero y mayo del 2017, el promedio de pérdidas totales fue de un 33.6% de la energía total comprada. Las mismas implican déficits operativos que deben ser cubiertos con transferencias corrientes del Gobierno Central, las cuales representan la mayor parte del subsidio al sector eléctrico.
A pesar de que durante el 2016 el Gobierno Central no subsidió la tarifa eléctrica para los usuarios finales, las ineficiencias operativas de las EDE obligaron a que el Gobierno siguiera transfiriendo recursos para financiar sus operaciones, representando más de 20 mil millones de pesos durante dicho año. Estas transferencias están compuestas por el subsidio a la tarifa eléctrica, que se paga mediante el Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica (FETE), y las demás transferencias corrientes que se originan, principalmente, por los déficits operativos con que operan las empresas distribuidoras de electricidad (EDE).
A partir del 2014, el FETE se reduce significativamente, gracias a la caída en los mercados internacionales de los precios del petróleo. Es decir, el Gobierno necesitó de menos recursos para subsidiar la tarifa eléctrica. A pesar de esta reducción, y de que las empresas generadoras de electricidad redujeron el precio al que venden la energía a las EDE, a los usuarios finales se les aplicó la misma tarifa por el uso de la electricidad. En otras palabras, y como muestra la gráfica, el Gobierno se benefició de esa diferencia de precios, recibiendo del FETE RD$2,644 millones en 2016.
Conclusión
El problema principal que enfrenta el sector eléctrico dominicano se relaciona con las ineficiencias de las EDE. En específico, las pérdidas de energía por fraudes y redes obsoletas implican pérdidas financieras que hace el sistema completo insolvente. Todo esto hace que las EDE y el sistema completo dependan de las transferencias corrientes.
Las pérdidas financieras siguen presentes, a pesar de que las EDE han incrementado sus márgenes de venta significativamente desde mediados del 2014. Aunque la generación es mayor que la demanda de las EDE, los apagones continúan.
En efecto, la gestión de demanda, el nombre como se conoce a los cortes en la electricidad, explicaron el 80% de los apagones de las últimas cuatro semanas.
Mientras no se resuelvan los problemas de gestión de la distribución de electricidad en República Dominicana, no se resolverán las ineficiencias del sector eléctrico. De ser así, las deficiencias del sistema seguirá siendo uno de los principales problemas que afectan la economía dominicana.