[dropcap]D[/dropcap]ebemos reconocer el esfuerzo de la gestión de Gonzalo Castillo para convertir el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en una institución al servicio de toda la ciudadanía, empeñada en viabilizar el tránsito y brindar seguridad en las carreteras del país.
Este año, el MOPC hizo un excelente trabajo vial en el punto en que confluye la prolongación de la avenida 27 de Febrero con la autopista Duarte. Aunque no erradicó el grave problema de inseguridad y para el ornato de la capital y el municipio Santo Domingo Oeste que representa la presencia de vendedores de muebles de hierro, lavaderos, etc., remozó uno de los triángulos del área que estaba abandonado y desocupado.
Lo curioso es que desde que lo remozaron, unos conductores quitaron las vallas de seguridad y empezaron a instalar una parada, que al principio era de dos taxis, luego de varios carros y ahora vaya usted y vea con sus ojos.
Lo más curioso es que la zona está bajo vigilancia permanente de la Comisión Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas (Comipol) y de agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) e, incluso, de la Policía Nacional.
Sabemos que desde inicios de mayo, cuando los conductores desaprensivos empezaron a ocupar el área verde que pertenece a todos y que resulta vital para preservar el ornato en una entrada a la capital de un país turístico como lo es República Dominicana, ciudadanos preocupados denunciaron directamente la situación a oficiales de la Comipol y de la AMET que prometieron tomar medidas de inmediato. Pero el problema se vuelve cada día más grande.