[dropcap]“[/dropcap]Al que madruga Dios lo ayuda”. Esa frase la escuchó siempre Carlos José Martí, presidente ejecutivo de MARTÍ, de su padre Carlos Martí, a quien definió como una persona muy trabajadora.
“Hay algo muy importante que yo aprendí de mi padre: el trabajo, la integridad y la perseverancia, y eso trato de transmitirlo a los ejecutivos de la empresa”, expresó Martí durante el segundo panel del Seminario de Empresas Familiares organizado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE).
El empresario explicó que los jefes no deben imponerse en las empresas y que no necesariamente tiene que ser un miembro de la familia. “Tenemos que preocuparnos por el patrimonio familiar”.
En ese sentido, Amelia Vicini, miembro del Comité de Estrategia e Inversión de INICIA, quien también participó en el panel, indicó que en esa empresa convierten a profesionales en dueños, porque se asocian con gestores especializados.
“El proceso de detectar talentos y convertirlo en socios que se sientan dueños es más difícil”, aseguró.
Mientras que Pedro Brache, presidente ejecutivo de Grupo Rica, destacó que casi todos los miembros de su familia trabajan en la compañía y que se han desarrollado reglas claras con respecto a los puestos, para que se basen en los méritos de cada uno de ellos.
“Hay que ser optimistas. Poner a los mejores en los mejores puestos y estar conscientes de que es un patrimonio familiar”, señaló.