[dropcap]E[/dropcap]l desarrollo de las energías renovables contribuye al aprovechamiento de los recursos naturales con que cuenta República Dominicana, al tiempo que beneficia la preservación del medio ambiente. Dentro de las fuentes más atractivas se ubica la biomasa, una de las más abundantes en el país, con una producción de 1.6 millones de toneladas por año.
La biomasa se conforma a partir de toda materia orgánica de origen vegetal y animal, incluyendo residuos y desechos orgánicos susceptibles de ser aprovechado.
República Dominicana es el tercer mayor consumidor de energía eléctrica en el Caribe, después de Cuba y Puerto Rico. Aproximadamente el 92% de los pueblos y ciudades están conectados a la red y cerca del 96% de la población tiene acceso al servicio, según el Informe Aprovechamiento de los Recursos de Energía Sostenibles de RD, publicado por Worldwatch Institute en julio de 2015.
Más del 60% de la capacidad instalada opera con productos derivados del petróleo, mientras que las tecnologías de energías renovables representan un 15% de la capacidad total de generación eléctrica instalada.
La participación de energías renovables en el sector eléctrico a nivel nacional asciende al 11.5% de la generación eléctrica total. Esto se conforma de un 9% de energía hidroeléctrica, 1.5% de energía eólica, 1% de bioenergía, y el resto corresponde a energía solar fotovoltaica, según el informe Perspectivas de energía renovable RD, presentado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) en 2016.
En la actualidad, los mayores proveedores de biomasa a nivel nacional son Hacienda Cortina, Biomasa Agroindustrial, Teca del Caribe, Dominican Energy Crops, Biomasa Atlántica, Inversiones el Cerco y Bosquesa. Estas empresas brindan a los sectores empresariales una nueva forma de crear combustible.
Al hablar de la biomasa como fuente de energía se analizan varios factores, dentro de estos están las ventajas, que van desde lo ambiental hasta lo económico. El ingeniero Francisco Gómez, encargado de la División de Biocombustible en el CNE, destaca las ventajas ambientales de la biomasa, ya que su combustión no incrementa el calentamiento global.
En ese sentido, recuerda que que el dióxido de carbono emitido ya se encuentra fijado mediante proceso fotosintéticos de la planta, mientras que en el caso de los desechos animales (purines) el aprovechamiento evita emisiones de metano, un potente gas que produce efecto invernadero.
Resalta que las ventajas económicas radican principalmente en la abundancia de biomasa en el país. El bagazo de la caña de azúcar, las astillas de madera, la cascarilla de arroz, las briquetas y los pallets de madera son los residuos más utilizados, “de igual forma, tenemos la biomasa residual húmeda, tales como el estiércol de cerdo, de gallina y de ganado vacuno”.
Uno de los temas que alarma a los inversionistas para apostar por alternativas a nivel de producción es el costo que este pueda tener. Sin embargo, Gómez señala que es competitivo respecto a algunos combustibles fósiles, como el diésel. Además, que a través de este tipo de iniciativas se obtienen compensaciones fiscales, amparados en la Ley No 57-07 de Incentivos de Energía Renovables y Regímenes Especiales.
“Cabe también señalar la sustitución de importaciones de combustibles fósiles, lo cual se traduce en mejoras en la balanza de pago”, agrega.
Existe una ventaja social relacionada con el estímulo al sector, al generar empleos permanentes en la zona rural. Otro agregado lo constituye el acceso a mercados internacionales, el cual es aplicado por parte de empresas que hacen producción “más verde”, mediante el uso de la biomasa para sus procesos industriales.
El costo de producción y utilización de la biomasa depende tanto de su tipo como de su grado de transformación debido a que “no es lo mismo la biomasa forestal en ramas que en astillas de madera o pellets”, señala Gómez. Por otro lado, se ubica el costo de transportación, “el cual para la biomasa no residual puede llegar a constituir alrededor de un 40%”, asegura.
Mientras que el caso de la biomasa de plantación forestal el costo “a pie de planta” fluctúa de US$40 a US$53 por tonelada, para una distancia menor de 70 kilómetros del centro de producción al de consumo, según la base de datos de la CNE.
En cuanto al costo de la biomasa residual, Gómez aclara que el transporte es la variable de mayor ponderación, “pudiendo alcanzar hasta un 80% del costo de la misma”.
En la escala superior en costo, se ubican los pellets, elaborados a partir de serrín natural seco, cuyo precio en el mercado internacional varía desde US$150 a US$200 por tonelada.
El consultor forestal Humberto Checo considera que la importancia del uso de biomasa como fuente de energía, radica en que en República Dominicana se puede renovar de forma natural a corto plazo, según sus cálculos de 8 a 20 meses. Destaca el hecho de que este tipo de energía puede sustituir 6 millones de barriles de petróleo al año (10% factura actual) y reduce la fuga de divisas en unos US$25 millones.
De igual forma, resalta que la utilización de biomasa genera miles de empleos, ya que una hectárea cultivada requiere de un empleado fijo. También ayuda con el medio ambiente cuando se reforestan las tierras degradadas, que alcanzan más de 500,000 hectáreas, con lo cual se reducirían los altos grados de erosión que sufren los suelos, a la par apoyaría los ejes de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END 2030).
Con relación al alcance y al rendimiento que representa el uso de biomasa, Checo informa que el país tiene la capacidad potencial para producir 1.6 millones de toneladas de biomasa por año, de las cuales 188,000 toneladas pueden provenir de astillas de acacia (Acacia mangium). En términos generales el 16% de biomasa procede del sector forestal y el 84% procede del sector agrícola.
Proyectos
El proyecto “Estimulando la competitividad industrial a través de la generación de electricidad conectada a la red a partir de biomasa” (BioEiectricidad Industrial) está enfocado en mejorar la situación económica en algunos sectores del país y aumentar la competitividad de la zonas francas a través de la biomasa, según la gerente de los proyectos de Energía Renovable para América Latina de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), Nina Zetsche.
La iniciativa es financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), cuya implementación está liderada por la Comisión Nacional de Energía (CNE), con asistencia técnica de Onudi y el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) y el Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE).
Tiene una duración estimada de cuatro años, con un monto aprobado por las contrapartes de US$1.3 millones y un presupuesto total de US$8.98 millones.
“El objetivo central del proyecto es promover la biomasa como una fuente de electricidad y no solo de calor para mejorar la competitividad de esta zona”, añade Zetsche.
El proyecto de corporación internacional cuenta con varios componentes. El primero tiene un enfoque en el marco regulatorio, “tenemos fondos para dar apoyo al Gobierno para desarrollar reglamentos que necesitan para mejorar la situación, mejorar el marco político para la utilización de biomasa como fuente de energía”.
El segundo componente tiene un enfoque en los estudios de prefactibilidad. “Tenemos un acuerdo con la zona franca de Navarrete, la idea es mejorar la planta que existe y aumentar la capacidad de esta planta y que al final se convierta en una planta de demostración para otras zonas francas”.
Mientras, la coordinadora del proyecto en el país, María Zubiaga, destaca que la iniciativa se originó hace algunos años a través del CNZFE, entidad que detectó una necesidad en la que los parques de zonas francas tenían poca disponibilidad para un abastecimiento de energía confiable.
“Como sabes, aquí el abastecimiento es bastante irregular y caro, sobre todo las zonas francas compiten en un entorno internacional que tienen que ser muy competitivos a nivel de precio, entonces el hecho de que tengan unos costos de operación muy altos derivados en parte de su producción, necesitan energía y si esa energía es cara no podrán competir en iguales condiciones a nivel internacional”, señala.
Resalta que “una de las tres partes del proyecto es demostrar que la tecnología funciona, hacer una planta piloto que pueda servir como ejemplo para otras personas, industrias, empresas en el país que quieran hacer proyectos similares, entonces ellos ya tienen una planta pero decidimos en vez de empezar de cero apoyarlos con la planta que ya tienen”.
Moldeados Maldosa, empresa de fabricación de cartones de huevos y portavasos para comida rápida del país, hace un año que utiliza energía a base de biomasa para calentar aceite térmico. Sus proveedores son Biomasa Atlántica y el Ingenio Colón.
Maldosa utiliza calderas de vapor y de aceite térmico para su producción.
San Pedro Bioenergy
San Pedro Bio Energy es la primera central de cogeneración de vapor y electricidad interconectada al sistema eléctrico nacional, utilizando los bagazos de caña como combustible primario.La planta producirá 30 megavatios de electricidad, de esos 30 mw el ingenio utilizará entre 8 a 12 megavatios en el período de zafra y el resto irá al sistema interconectado del país.
El encargado del proyecto de bioenergía, César Santos, informa que esta iniciativa fue concebida en 2008 y la estructura de la planta está compuesta por dos calderas y dos tubos generadores que dan en su totalidad entre 60 a 70 megavatios eléctricos con la respectiva energía para hacer el proceso de caña, lo cual permite sembrar más cañas y un impacto positivo en la región para generar empleos.
Esta es la única central energética del país que puede producir energía con más de cuatro tipos de combustibles. La planta utilizará cerca de 400 mil toneladas anuales de bagazo de caña.
Zona franca Navarrete
El PIZFN posee una cogeneradora de energía de biomasa que opera desde hace dos años y que suministra energía limpia, renovable y barata a las empresas que aloja. Además, de vapor de calidad para procesos industriales como planchado, lavado y enfriamiento, según Martin Rivas, encargado de la planta.
Rivas explica que el vapor se genera con la mitad del costo que sus alternativas de combustibles fósiles como el fuel oil y el búnker #6 y considera que promover el uso de la biomasa local es importante porque es la tendencia mundial en mejores prácticas. Y toma como base la energética europea que ha cambiado a biomasa, experimentando un crecimiento de hasta 18% anual.