[dropcap]¿[/dropcap]Qué es el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM)? Es una herramienta de medición desarrollada por la iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford, que mide las privaciones del hogar desde una óptica más amplia. ¡Wao, qué definición! Lo que sí sé es que este podría ser un mecanismo, y no tengo por qué dudarlo, que puede ser muy útil para identificar, con detalles, cuáles variables son las responsables de que República Dominicana no logre superar los altos niveles de exclusión.
Y hay que estar contestes con una cosa: la pobreza no sólo está relacionada con los ingresos, o sea, la variable monetaria. Debemos entender que existen múltiples factores que pueden perpetuarla y reproducirla en un círculo vicioso que traspasa generaciones.
Bueno, esto es lo que dice el documento que entregó la Vicepresidencia de la República a periodistas que participamos la semana pasada en un encuentro en el Palacio Nacional para presentarnos (con lujo de detalles) esta herramienta, que habrá de servir para tomar políticas públicas que ataquen la pobreza en sus puntos más fuertes.
Ahora bien, el Estado dominicano y quienes han tenido el honor y privilegio de administrarlo durante los últimos 50 años deberían hacer un mea culpa. El IPM identifica cinco dimensiones de la pobreza, que incluyen 24 indicadores. ¿Dónde está el problema? Qué la mayoría de las variables señaladas como “indicadores” son el resultado de la mala gestión que históricamente han hecho los gobiernos de los recursos disponibles. Espero que sea un acto de redención lo que tenemos de frente ahora.
Por supuesto, aplaudo la vocación de Margarita Cedeño de estar al frente de programas importantes que buscan reducir los niveles de exclusión en República Dominicana. Sin duda, esta herramienta ayudará, si es que hay voluntad política, con la toma de decisiones para lograr una sociedad más equitativa.
¿A qué podemos aspirar? Particularmente espero que este instrumento de medición no se quede en la parte teórica, sino que se aplique como referencia para definir y aplicar políticas públicas con voluntad. Ah, se me olvidaba: habrá que tener en cuenta que la debilidad institucional es una carga que afecta el desarrollo desde diversas dimensiones.