[dropcap]L[/dropcap]os centros de relajación y bienestar o los spa se multiplican por mucho en República Dominicana. Además de la capital, las provincias turísticas han sido los lugares predilectos para su proliferación. Parecen un gran negocio, a juzgar por los resultados del mercado.
Ahora bien, no hay duda de que el concepto de spa ha sido mezclado con todo: estética, medicina, salones de belleza, cafés, hotelería y servicios no muy explícitos (o sí).
El que llega a uno de estos centros de bienestar lo hace por diversas razones (y quizá más). Algunos quieren tonificarse, relajarse, depilarse, masajearse y cualquier otro servicio no explícito (o sí). En algunos casos hay secretos a voces.
Lo cierto es que independientemente del enfoque que sus dueños, generalmente féminas, le den, los centros de spa son un escape perfecto hacia este mundo imaginario que todo ser humano tiene derecho a tener. Botar el golpe del estrés que causan las labores del día a día es un derecho de todos.