[dropcap]E[/dropcap]n República Dominicana el “empleo público” con respecto al “empleo total” aumentó en seis años de 12% a 18%, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), difundido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El estudio señala que entre 2009 y 2014 se registró, en promedio, un incremento general del tamaño del empleo público de 11.3% a 12.0%. “El mayor aumento se produjo en República Dominicana, que pasó de 12.5% a 18.1%”.
En Colombia y México, en cambio, se registró una leve baja del empleo público como proporción del empleo total, de 0.5 y 0.6 puntos porcentuales.El “empleo público” con respecto a “la fuerza laboral total” registró los niveles más altos para 2014 en Barbados (17.2%) y Argentina (16.5%). En tercer lugar quedó República Dominicana, con un 15.5% mientras los renglones más bajos corresponden a El Salvador (7.9%) y Colombia (3.7%).
“Mientras se analice los empleados públicos desde el punto de vista de su cantidad no se ataca el problema de la eficiencia y eficacia; es la estructura del Estado que hay que transformar”, afirma el economista José Rijo Presbot. “En la Presidencia, por ejemplo, no pueden haber dos ministros o en la Dirección General de Presupuesto dos subdirectores”, añade.
Rijo Presbot deplora el hecho de que el Estado dominicano se confunda con el partido gobernante. “Lo primero es que nunca se ha cumplido con la Ley No. 423-06, Orgánica de Presupuesto, que ordena la remisión cada año con el proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado el organigrama y la estructura de cargos por institución”.
El analista presupuestario deplora la violación a la Ley de Función Pública que ordena el Ministerio de Administración Pública elabore la escala salarial. “La estructura de cargo obligaría a que cada puesto tenga un perfil y definida claramente sus funciones, así como que a cada institución se le asigne el presupuesto a partir de su misión, obligando a elaborarlo en función de resultados”.
Tamaño
La cantidad de recursos que gastan los gobiernos para proporcionar bienes y servicios, redistribuir el ingreso y perseguir objetivos de desarrollo económico proporciona una idea del tamaño del sector público, aunque “el tamaño del gobierno no refleja necesariamente su desempeño”, dice el informe.
En ese contexto, cita que en 2014 los gastos de la administración pública en los países de América Latina y el Caribe representaron en promedio el 33.1% del producto interno bruto (PIB). Sin embargo señala variaciones en países como Barbados y Ecuador, que reportaron niveles superiores al 40% del PIB, mientras que en Costa Rica y República Dominicana se situaba por debajo del 20%.
Plantea que en 2014 en América Latina y el Caribe los hombres y las mujeres estaban representados casi por igual en el empleo público, alcanzando 49.7% y 50.3%, respectivamente.
“República Dominicana es el país con la mayor desproporción en la representación de la mujer, con apenas 36.3% de ellas en el empleo total”, asegura el informe. “Lograr la igualdad de género en el sector público no es solo una cuestión de equidad, sino un medio para maximizar el uso del talento y asegurar que las políticas respondan a las diversas perspectivas existentes en la sociedad”, advierte el estudio del BID.
Sin ajustarse al plan
El BID también aborda el tema de los presupuestos complementarios que, según afirma, son adoptados por varias razones: la implementación de nuevas políticas, cambios imprevistos en las condiciones económicas, desastres naturales, emergencias, obligaciones legales inesperadas y la reasignación de fondos.
“Sin embargo, el uso frecuente de presupuestos complementarios puede reflejar procedimientos de preparación del presupuesto inadecuados, costeo inapropiado de programas o la imposibilidad gubernamental para restringirse a las políticas presupuestarias anunciadas”, sostiene el organismo internacional.
Resalta que más de la mitad de los países de América Latina y el Caribe aprobaron presupuestos complementarios para sobrellevar los gastos de los gobiernos.