[dropcap]L[/dropcap]a interrupción constante en la prestación de los servicios que ofrece el Estado de agua y saneamiento, así como el de la electricidad, sumado al alto costo de acceso a la internet que suple el sector privado, representan una carga importante para los hogares y las empresas en República Dominicana, de acuerdo a los técnicos del Banco Mundial (BM).
Los problemas con estos servicios afectan la calidad de vida de los dominicanos y su productividad y, al mismo tiempo, la competitividad de las empresas, asegura el informe “Para construir un mejor futuro juntos”, la nota sobre política de República Dominicana difundida por el BM.
Las restricciones en los servicios limitan las oportunidades del país de lograr crecimiento económico y prosperidad compartida, afirma el informe, que, sin embargo reconoce que en los últimos años República Dominicana mejoró el desempeño de sus servicios de agua potable y saneamiento, así como de electricidad.
Recuerda que en 2015 el 85% de los dominicanos contaba con acceso a servicios mejorados de fuente de agua y el 84% a servicios de saneamiento. Además, que “el sector eléctrico ha incurrido en varias reformas, la preparación y ejecución de un plan estratégico, una reducción de las pérdidas del sistema del 36.2% en 2009 al 31.4% en 2015”, dice.
También reconoce “esfuerzos significativos” para construir un consenso para implementar las reformas restantes a través de las discusiones del Pacto Eléctrico, una discusión que, sin embargo, lucen estancadas en estos momentos.
Inconvenientes
Los técnicos del Banco Mundial entienden que los sectores agua potable y saneamiento, así como electricidad, comparten cinco problemas transversales relacionados con: instituciones y gobernabilidad; calidad y fiabilidad de servicio; gestión comercial y financiera; tarifas y recuperación de costos, y transferencias fiscales y subsidios.
Resalta que ambos sectores tienen marcos reglamentarios débiles y aunque el acceso se considera relativamente alto, “la calidad y la eficiencia del servicio son generalmente inadecuados”.
“Ambos sectores se caracterizan por una mala continuidad del servicio a lo largo del día, así como por la deficiente calidad y monitoreo del mismo”, lo cual acarrea consecuencias negativas a la productividad.
También deplora la deficiencia en el monitoreo de la calidad del agua. El informe plantea que menos del 50% de los sistemas abastecedores de agua controlan la calidad del líquido que sirven y en el caso de la zona rural solo lo hace un 25%.
“Se encontró que sólo el 14% de los sistemas de agua inventariados practicaban cloración”, plantea el estudio del BM. “Esto tiene impactos potenciales significativos para la salud, especialmente para los pobres, y sobre todo en relación con las enfermedades vinculadas con el agua y los excrementos, tales como el cólera”.
La interrupción en los servicios de agua y electricidad influye en la inversión en República Dominicana, por ejemplo, en el sector turismo, y tiene “consecuencias nefastas” sobre la salud de la población, “en el caso de deficiencias en el monitoreo de la calidad del agua o fallos de electricidad en centros médicos”, apunta el informe.
En cuanto al sector de las TIC, que se provee en gran medida de manera privada, República Dominicana enfrenta una serie de desafíos diferentes al de los servicios de agua y electricidad, sostienen los técnicos del BM.
“La liberalización del mercado de las telecomunicaciones ha permitido que el sector de las TIC experimente un tremendo crecimiento en la última década, y el país tiene amplia penetración celular y de banda ancha móvil”, reconoce.
Sin embargo, advierte que la cobertura de banda ancha fija y el uso de internet son limitados, debido a tres factores clave: instituciones y gobernabilidad; cobertura y asequibilidad, y vertiente de la demanda y factores relacionados.
Para el Banco Mundial, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), requiere fortalecer su capacidad de regulación. Cita como un problema que “en la mayoría de áreas, excepto en las principales ciudades, sólo un proveedor ofrece servicios comerciales de banda ancha fija a nivel minorista y aunque hay vigente una política de interconexión, los precios a nivel de mayoristas no están regulados”.
Deplora que República Dominicana exhiba estadísticas de conectividad por debajo de los indicadores regionales promedio de América Latina. “Sólo el 18% de los hogares tienen acceso a Internet, uno de cada seis municipios del país no tiene cuentas fijas de Internet registradas y para los hogares más pobres, los precios de conectividad de internet fijo equivalen un inaccesible 79% de los ingresos del hogar”, indica.
Sector eléctrico
El Banco Mundial recuerda que desde la década de 1990 República Dominicana emprendió reformas estructurales en el sector eléctrico, las cuales incluyen permitir la participación privada en la generación y distribución.
Además, que en 2001 aprobó una Ley de Electricidad que crea “un marco legal y regulador moderno”, la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Superintendencia de Energía (SIE). “Sin embargo, estas reformas no fueron suficientes para lograr la sostenibilidad financiera del sector eléctrico. Las transferencias monetarias del Gobierno para cubrir el déficit del sector eléctrico aumentaron de US$471 millones en 2009 a US$1,300 millones en 2013, aunque desde entonces han disminuido debido a las bajas en los precios del petróleo”, dice el informe.