El vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), Ernesto Selman, considera que los principales problemas que arrasta el sector eléctrico están estrechamente relacionados al componente de distribución, que es la parte que maneja el sector público
El economista entiende que las distribuidoras no hacen mayores esfuerzos por mejorar su situación financiera porque no está en juego el puesto de nadie. “Cuando usted tiene la esperanza de las ganancias y la amenza de las pèrdidas usted tiende a mejorar la gerencia y si no lo mejora, pues está el pellejo de por medio”, apunta.
A su entender, los incentivos en el sector público no funcionan así. Destaca que si hay pérdidas en el sector público se recurre a los gobiernos centrales para que subsidien o financien esas pèrdidas, que es lo que ha venido sucediendo en República Dominicana.
Explica que en el caso de las distribuidoras, que siempre hay pérdidas, lo único que se debe hacer es levantar el teléfono, llamar al Presidente y pedirle US$200 millones o la cantidad que sea necesaria. “Son poco más de US$100 millones cada mes que requieren de subsidio corriente las distribuidoras”, indica.
Para Selman, el tema es que primero los incentivos para mejorar no están ahí. “Usted pone ahí a quien sea. Incluso, tuvimos la experiencia de poner alguien del sector privado y lamentablemente no funcionó. El sistema de incentivo en el sector público no está ahí para corregir las deficiencias porque no se tiene en juego el pellejo de esa persona que administra”, sostiene.
Ahora bien, dice, “cuando hablamos del sector privado que trabaja en la esperanza de las ganancias y la amenza de las pérdidas, pero está el pellejo de por medio, se crean los incentivos para corregir las deficiencias y reducir las pérdidas”.
El vicepresidente de la entidad es explícito: El tema eléctrico está poniendo un alto costo y nosotros en el CREES lo vemos en cuatro niveles. Primero tenemos un sistema que brinda energía muy deficiente y a un precio muy caro. Aunque hay que mencionar las contratos debemos recordar que hay un 35% de la energía comprada a los generadores que se pierde y de eso que se factura apenas se cobra un 60%.
Esto indica, según Selman, que el problema de las pérdidas está principalmente en la distribución o comercialización, que es lo que maneja el Estado. Otro nivel de costo es el subsidio, el cual es asumido por todos los contribuyentes. Estamos hablando de US$1,200 millones cada año, una tercera parte de las reservas internacionales del Banco Central.
Este monto del subsidio a la electricidad implica que la mitad del déficit fiscal durante los últimos cinco años, en promedio, han venido precisamente por las deficiencias en el sector eléctrico. Esto quiere decir que casi el 50% del endeudamiento que hemos asumido en los últimos años ha sido para financiar el déficit que arrastra el sector de electricidad.
A pesar de pagar caro y sostener estos niveles de subsidios no es suficiente la energía para suplir la demanda, ya que una parte se pierde antes de llegar a los consumidores. Por encima de estos costos tambièn debemos asumir la autogeneración. En los edificios, casas, comercios y donde quiera tenemos una y más plantas de generación eléctrica.
Hay que tomar en cuenta que el costo de generación con plantas pequeñas es mucho mayor que tener grandes centrales. Hay un cuarto nivel de costo que también debe considerarse. Nos referimos al ambiental, el cual pocas veces se pone en la balanza.
República Dominicana está asumiendo un costo ambiental que se traduce en un costo mayor en salud, porque los dominicanos estamos respirando un aire contaminado por este asunto de la autogeración. Esto afecta la productividad de la fuerza laboral del país.
Todos estos temas debemos verlos de forma intengral, ponerlos en la balanza y replantearnos el tema eléctrico. Nuestra preocupación principal no es que sólo se está administrando el statu quo (lo que venía o viene sucediendo), sino que que ahora el ámbito del Estado y los incentivos que tiene se apliará ahora al área de la generación.
Sabemos que el problema fundamental está en la distribución. Sin embargo, se harán estas dos plantas para pagar menos subsidio por la energía que compra la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), pero a pesar de comprarla más barata también tendrá el 35% de las pérdidas y seguirá cobrando poco más de 60% de lo que se factura, en vez de 100%.
Está claro que estas nuevas plantas no soluciona el problema energético del país. Hay que despolitizar el sector. Si queremos nueva generación de electricidad ¿cómo usted puede hacer una licitación con unas reglas del juego claras, transparentes y equitativas para todo el mundo?
Lo importante sería lograr cómo integramos al sector lo que sí se hace en el sector privado, que es la esperanza de las ganancias y la amenaza de las pérdidas. La Ley General de Electricidad establece que el Estado debería ser un regulador y no un participante del mercado.
A pesar del déficit que tenemos, estamos viendo que el Estado asume alrededor de US$2,000 millones adicionales con estas dos plantas a carbón. Me parece que no estamos planteando una seudo solución que implicará mayor problema del que va a solucionar y el problema ordinal, que está en la distribución, se mantiene porque se sigue administrando lo hay en términos de ineficiencia.