El Programa de Mercados Frigoríficos e Invernaderos (Promefrín) está dando buenos frutos. Las estadísticas de los últimos tres años muestran que el país tomó la decisión correcta cuando inició este mecanismo de producción, principalmente de vegetales con potencial para la exportación. La historia cuenta avances importantes desde que se dio el primer picazo, pero desde 2011 los resultados han sido exponenciales.
La cantidad de metros cuadrados pasó de 5,416,372, en 2001, a 7,685,000 en 2013, para un aumento absoluto de 2,268,628 metros cuadrados, equivalentes a 41.9% y en esa misma media hubo un incremento en la producción de libras de vegetales, al pasar de 89,374,248 a 122,500,415, para un resultado positivo de 33,126,167 adicionales, igual a 37% en este período.
De acuerdo con el Promefrín, el volumen de libras exportadas pasó de 64,253,386, en 2011, a 84,405,090, para un aumento absoluto de 20,151,704, para un 22.5%, mientras que las divisas generadas por este concepto totalizaron US$58.5 millones en 2011 y US%96.1 millones cuando finalice 2013, lo que significará un aumento absoluto de US$37.6 millones, equivalentes a 64.3%.
Las estadísticas también establecen que el mercado local ha sido un receptor de primera línea de la producción bajo ambiente controlado, pues de 25.1 millones de libras que se comercializaron en 2011 pasaron a 38,050,618 libras, un aumento absoluto de 12.9 millones, para un 51.5%.
En términos de dinero generado en el mercado local, los números también establecen resultados positivos. En 2011 se vendieron RD$539.7 millones y al cerrar 2013 se habrán vendido RD$849.2 millones, lo que en términos absolutos equivalen a RD$309.5 millones, un 57.4% adicional.
Sin embargo, los productores bajo ambiente controlado o invernaderos enfrentan importantes retos que amenazan la competitividad del sector. Rancho Arriba, que tiene uno de los climas más idóneos para este mecanismo de cultivo, está prácticamente aislada porque su carretera, tanto la que comunica con San José de Ocoa, como la que se dirige a Piedra Blanca, resulta peligrosa, estrecha y su estado no alcanza la categoría de camino vecinal.
Raúl Gerónimo Rossis, un productor de invernadero de la zona, reveló a eldinero.com.do que las pérdidas son cuantiosas y que las autoridades apenas construyeron el tramo carretero que comunica al municipio cabecera con la autopista que va al Sur, pero que se olvidaron del principal tramo que los une con San José de Ocoa.
El senador de la provincia, Carlos Castillo, espera que el próximo año se pueda construir la carretera, ya que logró que fuera incluida en el presupuesto de 2014. Hubo productores que expresaron su escepticismo respecto a que el gobierno cumpla con la promesa de dotar esa zona de una vía de comunicación con los estándares requeridos para garantizar rentabilidad y seguridad a las inversiones que se han realizado en la zona.
El ministro de Agricultura, Luis Ramón Rodríguez, fue este viernes a Rancho Arriba para dejar abierta la cosecha de invierno de vegetales bajo ambiente controlado o invernaderos. El funcionario hizo un recorrido por diversas estructuras, pero también fue testigo del mal estado en que se encuentran los caminos por donde transitan los contenedores que se dirigen a los puertos cargados con vegetales, la mayoría con destino a Estados Unidos.
“Para aumentar la producción de bienes agrícolas, destinados a garantizar la seguridad alimentaria de la población e incrementar las exportaciones -dos de los ejes que sustentan la política agropecuaria del Gobierno- el presidente Danilo Medina ha dispuesto que en los cuatro años que abarcan su mandato, sean financiados e instalados siete millones de metros cuadrados de invernaderos”, dijo el funcionario en el acto en el que participaron cientos de productores de San José de Ocoa y representantes de diversas instituciones de la zona.
Según Rodríguez, si se suman los siete millones que serán instalados a los 6.3 millones de metros cuadrados existentes al momento de Medina asumir la Presidencia, el país se convertirá, al final de su mandato, en una potencia mundial en materia de producción de alimentos bajo ambiente controlado.
Según dice, esto significa un aumento de los ingresos de divisas para la economía nacional, más y mejores empleos rurales y una activación de la inversión en la producción de bienes agropecuarios de alto valor y competitividad.
Destaca que un resultado socioeconómico inmediato de esta acción es la creación de 11,667 nuevos empleos directos, solo en ese renglón, ya que por cada 600 metros cuadrados de invernaderos se generan 11 empleos directo.
El ministro de Agricultura explicó que los acuerdos de libre comercio permiten al país apostar por aquellos cultivos que representan ventajas comparativas, como los vegetales frescos de exportación, tanto los cosechados a cielo abierto como en invernaderos.
“La meta está trazada; sólo resta que autoridades y productores sigamos aunando esfuerzos en pos de crear las condiciones definitivas para que República Dominicana se convierta, en el corto plazo, en el principal productor de rubros cosechados bajo invernaderos”, dijo Rodríguez sin referirse a la necesidad de mejorar las vías de acceso hasta las zonas bajo producción.