[dropcap]M[/dropcap]ás allá de las cifras sobre los montos transados o el número de comercios afiliados a esta nueva forma del negocio bancario, el impacto y potencial de los subagentes bancarios se aprecia en la capacidad que tienen como herramienta de inclusión financiera.
La realidad de miles de pequeños comercios que se adhieren cada día a esta modalidad bancaria, convirtiéndose en gestores del negocio del banco en su comunidad, es revolucionaria.
Estos establecimientos expanden el alcance de la red bancaria de la entidad en nombre de la cual actúan y operan como un “banco vecino”, facilitando el acceso a los servicios financieros de muchos habitantes que, de otro modo, difícilmente visitarían una sucursal tradicional.
A cambio, ser un subagente incrementa el nivel de fidelización de los clientes del comercio intermediario, quienes pueden sentirse más motivados a regresar a efectuar sus operaciones habituales por el hecho de que en una misma visita pueden realizar varias actividades comerciales y bancarias.
Una muestra de lo dicho es la Farmacia Romax, ubicada en el municipio Los Alcarrizos. Según su propietario, José Luis Castellanos, un promedio de 35 clientes visitan a diario el comercio para realizar transacciones bancarias. A este emprendedor la idea de abrir una farmacia le surgió en 2005, cuando notó la contradicción de que en este populoso sector había muy pocas para atender la demanda.
Nueve años después volvió a tener un destello de innovación y desde los inicios de la red Subagente Popular, en 2014, se convirtió en comercio afiliado del Banco Popular Dominicano, en la que se considera la pionera y la más extensa del mercado. A la fecha cuenta con 1,812 puntos afiliados, aprobados por la Superintendencia de Bancos, un 32% más que un año antes.
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En este subagente, además de comprar medicinas, los clientes realizan transacciones bancarias como depósitos a cuentas propias y de terceros, pagos, retiros con tarjeta de débito, pago de facturas y saldo de sus tarjetas y préstamos, siendo los depósitos a cuenta la operación más demandada, según relata este comerciante, quien afirma que ser un subagente es lo que le ha permitido expandirse y abrir dos locales más: uno también en Los Alcarrizos y otro en Pantoja.
La red de subagentes del Banco Popular está presente en las 32 provincias del territorio nacional y en 116 de los 155 municipios del país. Operan en farmacias, ferreterías, estaciones de combustible y colmados, además de puntos de servicio de las telefónicas Orange y Claro.
Expansión de los subagentes bancarios
A finales de 2016 los subagentes bancarios realizaron transacciones por RD$1,250.1 millones, de los cuales RD$673.7 millones, un 53.9%, se canalizaron a través de los puntos establecidos en el Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y Santiago. La demarcación con menor volumen es Pedernales, donde apenas se habían realizado operaciones por RD$3.5 millones en el período julio-septiembre.