[dropcap]E[/dropcap]n abril de 2016, la BBC se hizo la siguiente pregunta: ¿Por qué los ricos de América Latina pagan mucho menos impuestos que el resto? Refirió, como para justificar lo que más adelante sería su afirmación, la filtración de millones de documentos de la firma panameña Mossack Fonseca, que pusieron al descubierto las maniobras de ricos y poderosos de todo el mundo para ocultar su dinero y evadir impuestos.
En República Dominicana, una de las economías de mayor crecimiento relativo de la región, pero con una de las peores tasas de distribución de las riquezas que genera, la clave está en una reducción de impuestos y ampliación de la base. Con este planteamiento se identificó la Asociación de Bancos Comerciales (ABA) en julio de 2016 en una entrevista que su presidente José Manuel López Valdés dio a elDinero.
Para el ejecutivo de la ABA, es urgente que República Dominicana se avoque a una reducción generalizada en las tasas impositivas y al mismo tiempo amplíe la base imponible, retornando al esquema implementado en la reforma de 1992. Va en la misma línea con la propuesta del experto tributario Francisco Canahuate, quien trabajó en el Código Tributario de principios de los 90 y ahora apoya al Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) en el tema. Con los cambios de 1992 las recaudaciones subieron en cuatro puntos porcentuales el primer año.
Una mayor tasa impositiva no necesariamente se relaciona con el desarrollo económico de los países. Más bien, sobran ejemplos que establecen que menores montos a tributar ayudan a que la evasión sea mínima, traduciéndose en mejores oportunidades para los ciudadanos.
Suiza, Irlanda, Alemania, Canadá, Reino Unido, Luxemburgo y Finlandia, la mayoría europeos, son puntos de referencias para hablar de desarrollo humano, calidad de vida y distribución de las riquezas. En ninguno el impuesto sobre la renta de las corporaciones supera el 15%, en algunos casos no llega ni al 10%.
Nassim José Alemany, economista y socio de Deloitte en República Dominicana, trata el tema a propósito de que en este contexto la administración del presidente Donald Trump dio a conocer los principales puntos de su plan de recortes de impuestos, con el que busca, según su gabinete, fomentar el crecimiento económico y crear millones de nuevos empleos.
Detalla que la propuesta incluye la simplificación de las categorías de ingreso para personas físicas, un aumento del monto deducible y mayores exenciones de impuesto para familias con niños y dependientes.
A nivel corporativo, explica, la medida de mayor impacto que propone la administración es una reducción de la tasa del impuesto sobre la renta de 35% a un 15%. También plantea un impuesto único y reducido para la entrada del dinero que compañías norteamericanas han generado en otros países, y la eliminación de recortes de impuestos en áreas específicas.
Alemany destaca como un dato diferenciador que Estados Unidos, la mayor economía del mundo, tiene una de las mayores tasas de impuesto sobre la renta a nivel internacional, que es la principal motivación del presidente Trump para proponer la reducción y ubicarse más cerca, e incluso por debajo, de algunos países desarrollados.
“A pesar de que en principio el recorte de impuestos parece atractivo, el problema fundamental de esta propuesta es que no se sabe cuánto costará en pérdidas de ingresos fiscales, ni se tienen detalles específicos de las medidas a ser implementadas”, observa Alemany.
En su análisis, refiere que la Comisión para un Presupuesto Federal Responsable, una organización no partidaria y sin fines de lucro que analiza temas sobre política fiscal, estima que esta propuesta podría costar entre US$3 y US$7 trillones en los próximos diez años, y elevaría la deuda de Estados Unidos a un 111% del producto interno bruto (PIB) para 2027, dado el déficit fiscal anual que se generaría por la reducción de los ingresos.
Indica que organismos independientes sugieren que para que este recorte de impuestos sea viable, tal y como fue planteado, Estados Unidos tendría que crecer un 4.5% cada año, por los próximos diez años. Explica que eso, para una economía desarrollada y sin un crecimiento poblacional que lo soporte, sería muy difícil de lograr.
Competitividad global
Cada año, el Foro Económico Mundial (FEM) publica su Informe de Competitividad Global sobre el estado de las economías del mundo. El FEM analiza datos sobre ámbitos tan variados como la solidez de los bancos a la sofisticación de los negocios en cada país. Después utiliza los datos para compilar una imagen de prácticamente todos los países del mundo. Uno de los indicadores que utiliza el FEM es la carga fiscal de un país, donde las puntuaciones más altas indican menor competitividad.
Para medir los impuestos, utiliza la tasa total de impuestos del Banco Mundial. Esto es lo que se incluye:
La cantidad total de impuestos es la suma de cinco tipos diferentes de impuestos y contribuciones a pagar después de contabilizar las deducciones y exenciones: el lucro o el impuesto sobre la renta de empresas, las cotizaciones sociales, laborales y de impuestos pagados por el empleador, de propiedad, impuesto sobre el volumen de negocios y otros gravámenes menores.