[dropcap]E[/dropcap]l mundo está en la antesala de lo que pueda pasar. ¿Qué puede pasar? Cualquier cosa. Los líderes políticos más influyentes del mundo están como por volverse “enemiguito y no me hable”.
La diferencia, sin embargo, es que se trata de potencias económicas, políticas y nucleares, lo que, por supuesto, genera preocupaciones en todos los órdenes y rincones del planeta.
China, Rusia, Estados Unidos y Corea del Norte protagonizan enfrentamientos muy agrios. ¿Qué pedir o desear? Que todo se mantengan en el escenario diplomático y no pase de ahí.
La excepción, y quizá la razón de todo este embrollo, además de los ensayos nucleares de Kim Jong-un, fue el ataque a Siria por parte de Estados Unidos, luego de demostrarse el uso de gas contra civiles.
Los efectos de estas tensiones político-militares habrán de sentirse, sin lugar a duda, en las economías de muchas naciones. Paciencia, además de rezar para que no pase lo peor.