[dropcap]L[/dropcap]a generación de empleos por parte de la agropecuaria dominicana puede definirse con una palabra: inestable. Así lo reflejan las cifras del Banco Central (BC) entre los años 2012 y 2016, aunque durante ese período, pese a la oscilación, fue el tercer sector que más trabajos aportó.
Solo el comercio al por mayor y menor y los servicios generaron durante esos cinco años más puestos de trabajo que la agropecuaria. De 2012 a 2016 el porcentaje de empleos aportados por el sector fluctuó entre 12.6% y 14.4% del total creados en ese período.
Según las estadísticas del Banco Central, en 2012 la producción de alimentos empleó a 559,300 personas, equivalente al 14.1% del total de ocupados (3,950,477), mientras que en 2013 generó 564,705, el 14.1% de los puestos de trabajo, que para ese año eran 4,026,018.
En el período analizado, el 2014 fue el año en el que más empleos aportó la agropecuaria, unos 601,645, equivalente al 14.4% del total que tuvo la economía ese año.
Mientras que en 2015 la mano de obra que contrató el sector cayó a 571,349, una reducción de un 5%, bajando sus aportes al total de empleos a 13.3%, de acuerdo a las cifras del Banco Central.
El año pasado el número de personas contratadas por la agropecuaria también volvió a caer. Las estadísticas señalan una reducción de un 2.3%, equivalente a 13,324 puestos de trabajo menos.
Sin embargo, pese a caer en la contratación de personal, el sector registró un crecimiento de 9.6% el año pasado, contrario al 1.2% que tuvo en 2015, de acuerdo al Banco Central.
Mano de obra haitiana
Pero los trabajos que genera el sector agropecuario no solo benefician a los dominicanos, sino que una parte de los jornaleros que se emplean son de origen haitiano.
De acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes en República Dominicana (ENI-2012), para ese año la agricultura, caza, silvicultura y pesca empleó 73,924 haitianos, equivalente al 13.2% del total de mano de obra que contrató el sector durante ese año.
“El empresariado, sobre todo el agrícola, agroindustrial y de la construcción, por diferentes vías, demanda mano de obra haitiana, porque contribuye no sólo a bajar sus costos, sino a cubrir sus déficits de trabajadores, por la carencia de mano de obra criolla”.
Así lo afirma el libro “Condición y aportes de la mano de obra de origen haitiano a la economía dominicana”, del Centro de Formación y Acción Social y Agraria (Cefasa).
Además, señala: “es cierto que la mano de obra haitiana conlleva costos para la economía dominicana y que esos costos son asumidos directa e indirectamente por el Estado dominicano, lo que sin duda gravita en las finanzas públicas nacionales”.
“También el empresariado incurre en una serie de costos ocultos todavía no cuantificados, que constituyen un estímulo a la mano de obra haitiana”, agrega.
“Sin embargo, ambos aportes en modo alguno son, como se comprobará más adelante, una compensación equivalente a sus contribuciones”, apunta.
Hombres dominan
La agropecuaria parece tarea de hombres, según las cifras oficiales sobre la participación de ambos sexos en el sector. Según el Banco Central, en 2012 el 94.4% de la mano de obra era masculina. Mientras que el año siguiente el número se ubicó en 94.6%.
Las cifras no fueron diferentes los tres años siguientes. En 2014 la mano de obra masculina representó el 93%; en 2015 el 94.3% y el año pasado el 94.7%.