El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes de EE.UU. canceló el voto sobre el plan sanitario del mandatario Donald Trump, que preveía sustituir la actual ley de salud del expresidente Barack Obama, tras no conseguir los votos suficientes.
Ante la falta de apoyo entre los conservadores, el presidente de la Cámara baja, Paul Ryan, retiró el proyecto de ley apenas unos minutos de que comenzara el voto previsto para esta tarde, lo que supone el primer gran tropiezo del presidente de EE.UU., Donald Trump, desde que llegara al poder el pasado enero.
“La hemos retirado”, confirmó Trump, en conversación telefónica con el diario The Washington Post, al confirmar que tras los esfuerzos de negociación no había opciones de lograr los suficientes “síes”, por lo que pidió a Ryan que retirara el texto.
Trump, dijo estar “abierto” a intentar otra reforma del sistema de salud en el futuro.
En declaraciones a los periodistas en el Despacho Oval, Trump aseguró que el país “acabará teniendo una gran ley de salud una vez que el desastre de ‘Obamacare’ explote”, es decir, que las primas de los seguros médicos bajo esa ley alcancen precios desorbitados.
Además, dijo que “probablemente” centrará ahora sus esfuerzos en la reforma fiscal, un objetivo para el que hay mucho apetito de la mayoría republicana en el Congreso, tras el fracaso de su plan para reemplazar la ley sanitaria de 2010.
“Probablemente iremos directamente por la reforma fiscal”, dijo Trump en declaraciones a periodistas desde el Despacho Oval.
La decisión llega ante la incapacidad republicana de ponerse de acuerdo sobre el texto legislativo que preveía sustituir la actual ley sanitaria conocida como Obamacare, especialmente por el rechazo de los más moderados, así como del ala ultraconservadora del partido.
Ryan había acudido horas antes a la Casa Blanca para informar a Trump de que no había votos suficientes, pero para entonces el multimillonario aún guardaba la esperanza de conseguir los 216 votos necesarios para aprobar la legislación.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había descartado este escenario en su rueda de prensa diaria, y aseguró que tanto Trump como Ryan habían hecho “todo lo posible” para sacar “esta oportunidad adelante”.
El primer voto sobre la medida estaba previsto para este jueves, pero los republicanos se vieron obligados a posponerlo por la misma razón, aunque Trump les dio un ultimátum y les exigió que sometieran la propuesta este viernes a consideración o, de lo contrario, dejaría en pie el sistema actual.
Acabar con el Obamacare fue una de las grandes promesas de campaña del magnate inmobiliario, y los republicanos llevan años arremetiendo contra dicha ley, pero no parecen capaces de ponerse de acuerdo en cómo sustituirla.
Ryan reconoció “el revés”, pero aseguró que este “no es el final de la historia”.
En una rueda de prensa, Ryan prometió seguir trabajando para “mejorar las vidas de la gente” y derogar y sustituir el actual sistema, impulsado por el expresidente Barack Obama, aunque el actual mandatario, Donald Trump, aseguró que lo dejaría en pie si el proyecto fracasaba.
“Estábamos a punto de lograr una ambición que todos hemos tenido durante 7 años y nos quedamos un poco cortos”, concedió el líder republicano ante la prensa.
Asimismo, Ryan dijo que la ley actual, conocida como Obamacare, continuará en vigor en el futuro próximo, ante las dificultades conservadoras para encontrar consenso en cómo reemplazar el sistema.
“Obamacare es la ley vigente y seguirá siendo la ley vigente hasta que sea reemplazada”, aseveró el presidente de la Cámara Baja en una rueda de prensa, aunque advirtió de que “lo peor” del sistema actual “está por llegar”.
Ryan indicó que, tras intentar negociar hasta el último minuto, llamó al mandatario para plantearle la necesidad de retirar el texto legislativo, a lo que Trump accedió.
El congresista agradeció los esfuerzos realizados por el presidente, así como por el vicepresidente, Mike Pence, y gran parte de los republicanos para poder poner una alternativa sobre la mesa a las pocas semanas de la llegada del multimillonario a la Casa Blanca el pasado enero, aunque no haya podido prosperar.
Se trata del primer gran golpe para el Gobierno de Donald Trump que ha visto cómo una de sus principales promesas de campaña se ha frustrado en el primer intento, pese a contar con un Congreso completamente republicano.
El primer voto sobre la medida estaba previsto para este jueves, pero los republicanos se vieron obligados a posponerlo por la misma razón, aunque Trump les dio un ultimátum y les exigió que sometieran la propuesta hoy a consideración o, de lo contrario, dejaría en pie el sistema actual.