[dropcap]A[/dropcap]l gerente de Edesur, Radhamés del Carmen Maríñez, le cortaron la luz en su casa. Eso nos contó él. La empresa se dio cuenta que no había pagado el servicio del mes. ¿Cómo se sintió él? Pues según contó, comprobó que la empresa funciona correctamente, pues no discrimina.
¿Cuál debió haber sido la reacción? Pues justamente la que tuvo. Ya sea por error o no, Edesur o cualquiera de las demás, está en la obligación de cortar el servicio de todo aquel que no cumple.
¿Cuál es el problema? Oh, que quienes pagan el servicio son castigados con apagones y, por supuesto, deben callar ante aquellos que no pagan la electricidad (que se la roban) y que al no estar en la base de datos de la empresa no son sujetos de corte.
¿Conviene robársela, entonces? No, eso jamás. Lo justo es que Edesur, Edenorte y Edeeste cumplan con su misión de ofrecer energía de calidad a costos razonables, en cantidad suficiente y con estabilidad. Eso sí sería actuar con justicia.