[dropcap]E[/dropcap]ndeudarse en dólares, ya sea para los Estados, las personas o las empresas, tiene dos riesgos principales: El primero está relacionado con el riesgo cambiario, que es inherente al financiamiento externo, y el otro es la volatilidad en las tasas de interés. Si el costo del dinero sube habrá que buscar más recursos para cumplir con los compromisos financieros.
El ministro de Hacienda, Donald Guerrero, presentó los resultados de las finanzas públicas y dijo unas palabras que han retumbado en las más altas esferas del empresariado: “Nuestra situación de deuda es envidiable para la mayoría de los países, tanto como porcentaje del producto interno bruto (PIB) como en su composición y naturaleza. República Dominicana tiene una deuda con una estructura sumamente sana”.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) le han dicho a Guerrero Ortiz que no es así como él dice.
Pedro Brache, presidente del Conep, afirma que la deuda siempre es una preocupación. Le preocupa los niveles de endeudamiento no sólo en el Estado, sino lo que pudiera pasar con lo pesado que puede resultar para el sector privado.
El presidente de ANJE, Eugene Rault Grullón, fue más directo: “La deuda pública de República Dominicana no es envidiable, como lo asegurara Donald Guerrero”. Califica como un “número importante” los niveles de deuda de un 50% del PIB que tiene el país. “Quizá a corto plazo es sostenible, pero ni a mediano ni a largo plazo es sostenible. Y quienes terminaremos pagando esto somos nosotros”, explicó.
El riesgo de convertibilidad de la deuda dominicana es una preocupación que expresa el vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), Ernesto Selman. Afirma que, de todos modos, el financiamiento externo tiene inherente un riesgo cambiario porque si se deprecia la moneda local, implica que habría que buscar más pesos para servir la deuda en moneda extranjera.
“Cuando tomas la deuda del SPNF, el 65% corresponde a deuda externa, correcto. Ahora bien, si incluyes las deudas del BC (RD$456,500 millones de valores en circulación y US$1,000 de pasivos en moneda extranjera) y calculas el Sector Público Consolidado (SPNF+SPF) la proporción deuda interna/externa queda en 50/50”, explica Selman.
Las cifras oficiales establecen que si bien no hay de qué preocuparse en torno al movimiento de tasas de interés en los mercados financieros internacionales, pues cerca del 81% del financiamiento en bonos del país está contratado a un rendimiento fijo, el riesgo de convertibilidad sí es un reto. Hay variables como la “alta demanda inusitada de dólares” en el mercado, presionado en parte por la construcción de Punta Catalina, que necesita recursos a falta de los financiamientos externos, que generan incertidumbre.
Al cierre de 2016, según el informe presentado por el ministro de Hacienda, la presión de deuda sobre el PIB terminó en 37.4%. Esta cifra de distribuye de la siguiente manera: 24.3% es deuda externa, 9.1% es interna y un 4% es deuda intragubernamental (Entre Banco Central y Hacienda).
El riesgo de convertibilidad está en el 24.3% de la deuda del sector público no financiero (SPNF). ¿Qué significa esto? Los números son explícitos. Al relacionar el monto del financiamiento en moneda extranjera con el total se obtiene el siguiente resultado: 65% está contratada en moneda extranjera, lo que implica que dos terceras partes sí enfrenta riesgo de convertibilidad. Lo demás es colocado en moneda local, o sea, no tiene riesgo inherente.
Pero no todo es para preocuparse. Hay motivos para alegrarse. Los datos oficiales establecen que menos del 20% se encuentra contratada a tasa variable, lo que indica que con este portafolio se encuentra poco expuesto a variaciones en las tasas de interés.
Según el informe de Hacienda, de una ponderación de 74.1% a tasa fija en 2013, en 2016 cerró en 81.3%, es decir, 7.2 puntos porcentuales más que hace tres años. Esto ha traído como consecuencia que de un 25.9% que estaba contratada a tasa variable, al finalizar el año pasado quedó en 18.7%.
“Esto es importante porque ahora se habla de las dificultades que puede tener el país con las variaciones de las tasas de interés en el mercado internacional, producto de la nueva política de Estados Unidos. Realmente, (…) podemos ver que el único riesgo que tiene el país se refiere a menos del 20% de su deuda, es decir, un 18.7%. El 81.3% está a tasa fija y se mantiene, independientemente de la variación en el mercado internacional, en una posición sumamente sana de la estructura de la deuda”, sostuvo.
Indicó que su contratación permite mantener los compromisos, independientemente del pago de intereses y de la volatilidad de la tasa de interés en los mercados internacionales. Aseguró que el porcentaje de deuda a tasa variable ha venido disminuyendo gracias a la buena administración que se hace del componente de financiamiento.
Otro indicador que Guerrero considera importante es que el período de madurez de la deuda, es decir, el vencimiento, se ha ido extendiendo de siete años, en 2013, a 9.4 años, en 2016.
“Es importante porque no es lo mismo una deuda que venza en un período relativamente corto a una deuda cuyo vencimiento promedio se extienda a casi diez años. Cuando vemos los diferentes parámetros, la composición de la deuda en su parte interna y externa, en la parte fija y parte variable y el vencimiento de la deuda, nosotros podemos concluir que la condición de deuda de República Dominicana es total y absolutamente manejable.
Guerrero también señaló que el resultado global del sector público no financiero (SPNF) fue de -2.7%, equivalentes a RD$89,778 millones, menor al monto registrado en 2015 cuando el déficit global finalizó en -3.2%, equivalentes a RD$99,306 millones. “Esto se logró gracias a la gestión del gasto y mejoría en la gestión de los ingresos en la segunda mitad del año”, dijo.
El ministro de Hacienda informó que durante 2016 las fuentes de financiamiento del país ascendieron a US$3,973 millones, de los cuales un 42.5% fue a través de la colocación de bonos internos (US$1,688.5 millones), un 37% en bonos globales (US$1,500 millones) y un 19.8% a través de préstamos con organismos multilaterales y bilaterales, equivalentes a US$785 millones.
La mayoría de las colocaciones internas, destaca el funcionario, fue en peso, salvo los US$95 millones para la planta de Punta Catalina.
Panorama
Para Guerrero, cuando se ve el panorama del resto de los países de América Latina es que se puede entender por qué las agencias calificadoras de riesgo valoran, de la forma como lo hacen, la deuda local. En tal sentido, dice que eso se expresa en que cuando se sale a colocar deuda los inversionistas exceden la demanda varias veces la disponibilidad de colocación.
Recordó que cuando se colocaron los US$1,200 millones en enero, a 5.95%, la demanda fue tres veces por encima de lo que se ofertó, lo cual, sostiene, refleja el buen comportamiento de la deuda dominicana y la posición frente a la región, pero también hacia lo interno con una economía que el año pasado creció 6.6%.
Resaltó, entre otras variables, un comportamiento del sector externo sumamente favorable con un déficit de balanza de pago de 1.5% del PIB, aumento del sector turismo con más de seis millones de visitantes el año pasado y una composición de la balanza de pago que permite al país exhibir, por primera vez, reservas internacionales por encima de US$6,000 millones. “Esos parámetros el mercado los interpreta de manera positiva y nos da la posibilidad de colocar deuda a tasas muy favorables”, apuntó.
Considera que el reto del Gobierno ahora es “flexibilizar la base contributiva” para mejorar las recaudaciones fiscales en adición a los esfuerzos que se están haciendo desde las agencias recaudadoras, tanto de DGII como de Aduanas. Entiende que hay espacio para mejorar sobre todo por el alto nivel de exenciones fiscales con que opera la economía dominicana.
En 2016 el país buscó financiamiento por US$3,973 millones y estima US$3,563 millones para este año, lo que supone un consolidado de US$7,536 millones para financiar el Presupuesto del Estado. En lo que corresponde a 2017, US$1,360 millones serán bonos internos, US$1,200 bonos externos, US$766 millones a través de préstamos con organismos multilaterales y otros US$238 millones de entidades bilaterales.
Resultados de 2016
El ministro destacó que al cierre de 2016 los ingresos fiscales ascendieron a RD$485,644.1 millones, lo que incluye tanto las recaudaciones por impuestos como las donaciones recibidas por RD$1,024 millones, lo que representa un aumento de 9.2% con relación a 2015 y sitúa la presión fiscal en 14.6% con relación al producto interno bruto (PIB).
En las recaudaciones, explicó, se destaca la participación de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), que recaudó 73.1% de los ingresos totales, excluyendo las donaciones, para un total de RD$355,005.8 millones, aproximadamente. En el caso de Aduanas (DGA), con 21.2, fueron RD$102,739.5 millones y la Tesorería con un 5.7%, equivalentes a RD$27,681.7 millones, sobre todo por los resultados de la Cuenta Única del Tesoro (CUT).
Según Guerrero, cuando se exceptúan las donaciones, se obtuvo el 99.6% del total presupuestado de las recaudaciones.
“Esto es importante que se destaque porque durante la primera parte del año pasado, hasta el mes de junio, hubo cierto rezago en las recaudaciones del Gobierno que proyectaban un déficit a finales de año y un faltante significativo de cerca de RD$14,000 millones. Sin embargo, esa situación pudo recomponerse en la segunda mitad del año gracias a la buena gestión. Esto explica por qué se tomaron medidas administrativas para controlar las exenciones fiscales a los hidrocarburos”, explicó.
Significó que a pesar del buen comportamiento, la presión fiscal se mantiene sumamente baja. Indicó que sólo Costa Rica (14.5%) y Guatemala (10.5%) reportan niveles por debajo de los registrados en República Dominicana.
“Por encima de nosotros está el resto de América Latina y el promedio de la presión fiscal alcanza el 23.3%, muy distante del 14.6% nuestro, a pesar del esfuerzo que se ha hecho en mejorar las recaudaciones fiscales y de las acciones que se han tomado, tanto DGII como la DGA para coordinar sus actividades de fiscalización y cruzar información que les permitan ser más eficientes en la recaudación de impuestos”, detalló Guerrero ante representantes de la prensa económica.
Destacó que aun así con las figuras impositivas existentes el país tiene cierta resistencia a alcanzar los niveles de presión fiscal que debería haber en función de la demanda de la población, como es el 4% del producto interno bruto (PIB) para la educación.
En cuanto al gasto público, y a pesar de que fue un año electoral, subió de RD$543,851 millones a RD$575,422 millones, lo que significa que los gastos crecieron por debajo del crecimiento de los ingresos.
FMI y su receta para República Dominicana
Donald Guerrero dijo que el Gobierno no desestima las observaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que, todo lo contrario, comparte el enfoque de que el país requiere que se fortalezca su base de recaudación.
Sin embargo, el ministro de Hacienda explicó que la diferencia que ven respecto a la posición del FMI es que una vez concluya la construcción de las plantas de Punta Catalina los recursos que durante los últimos años se han estado dirigiendo para ese proyecto, que equivalen a aproximadamente el 1% del PIB, se van a liberar, lo que permitirá que las cuentas fiscales se fortalezcan aún más.
De acuerdo con su explicación, para este año está contemplado implementar un proyecto que hará más eficiente el cobro del Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria, que con las mismas tasas contempladas hoy día se podrá aumentar la recaudación por ese concepto y fortalecer, de la misma manera, la base de recaudación de ese gravamen.
En cuanto al fortalecimiento y modernización del Sistema Nacional de Bienes del Estado hay dos líneas estratégicas de trabajo. Indicó que hay un anteproyecto de Ley sobre Sistema de Administración de Bienes Nacional, que tiene como objetivo identificar y preservar los bienes nacionales ya sean de dominio público o privado del Estado, con un ámbito de aplicación a todo órgano administrativo del Estado.
Acciones al portador dejarán de existir
República Dominicana se apresta a eliminar las acciones al portador. El ministro de Hacienda, Donald Guerrero, considera que será un paso importantísimo que permitirá identificar beneficiarios finales en las actividades económicas y que está pendiente de implementarse.
“Ya viene como demanda durante muchos años y justo en este año entendemos que ya se habrá superado esa parte. Es de trascendencia no sólo para el tema de las recaudaciones, sino para la posición del país en los mercados internacionales”, dijo el funcionario.
Refirió que durante mucho tiempo las acciones al portar han sido un refugio para ocultar beneficiarios de operaciones que son pasibles de ser gravadas y que hasta el momento han estado debajo del radar.
Aseguró que esa figura va a desaparecer de República Dominicana y permitirá en un período relativamente razonablemente corto tener mejor conocimiento de todas las actividades económicas y de los beneficiarios finales de las operaciones financieras en el país.