[dropcap]U[/dropcap]n estudio de la firma de asesoría económica Indesa estima que el producto interno bruto (PIB) de Panamá creció entre 4.6% y 4.8%, por debajo de las estimaciones de organismos internacionales, que ajustaron sus expectativas de crecimiento a 5.2%, mientras el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ubicó sus proyecciones de crecimiento entre 4.8% y 5.0%.
El documento denominado: El desempeño económico en el 2016 y las perspectivas a mediano plazo, fechado en febrero 2017, destaca que la economía panameña es una de las más abiertas del mundo (con un índice de 114 según el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-), superando a países como Chile (60.2), China (40.7) y Estados Unidos (28.0) por lo que su crecimiento se mueve al mismo ritmo que registra el comercio mundial.
Además, las operaciones del Canal también siguen ese mismo patrón, aunque las estadísticas indican que la carga que atraviesa ese vía acuática crece a menor ritmo que el comercio global.
Sin embargo, el grueso de las exportaciones de bienes y servicios del país, valoradas en $17,083.5 millones están vinculadas al sector transporte. Y de ese total, tan sólo $1,418.2 millones corresponden a la exportación de bienes.
El estudio de Indesa señala que la importancia del consumo final privado viene en descenso y su crecimiento ha sido cada vez menor. De hecho, en 2015 creció 4.6% en el año pasado lo hizo solo en un 2.6%, mientras que como porcentaje del PIB pasó de 50.5% a 48.8 en el período en mención, lo que se refleja crecimiento lento en algunos indicadores claves para evaluar el desempeño del consumo.
Por ejemplo, de enero a noviembre de 2016 la venta de combustible creció 8% cuando en el mismo período de 2015 lo hizo a una tasa de 9%, la venta de automóviles se incrementó 3.2% cuando el año anterior registró 7.4% y el consumo de energía eléctrica pasó de una tasa de crecimiento de 6.9% a solo 2.7%, además el estudio de Indesa destaca que ese descenso en la tasa de crecimiento de la demanda de energía se registró en todos los sectores, es decir, la facturación residencial, comercial, industrial y de Gobierno.