[dropcap]L[/dropcap]os empresarios de República Dominicana deben dejar la doble moral, al pedir a las instituciones públicas y a las autoridades que hagan lo que ellos se negarían a hacer en sus negocios. La recomendación la hace Marisol Vicens, expresidenta de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), quien considera que el accionar del empresario, en cuanto a lo que defiende, exige y proclama, tiene que ajustarse a lo que debe cumplir de manera individual.
“Eso es fundamental”, agrega Vicens. Declara que las autoridades han jugado a negociar con individuos en momentos determinados, sacando a los gremios de las negociaciones y asegura que el control del poder “nos ha afectado para nosotros tener mayor nivel de incidencia”.
“Constantemente nos dan palo, como lo del (cobro de 50%) ITBIS (en las aduanas a las materias primas y bienes de capital utilizados por las industrias)”, dice.
“Porque ‘de tú a tú’, con los individuos, comienzan los intereses a fluir, cada quien quiere resolver su problema individual y no el colectivo. Tenemos que seguir fortaleciendo las instituciones empresariales; es lo único que nos permitirá tener incidencia para resolver los problemas de la sociedad, no los individuales”, entiende.
Sin embargo, la empresaria cita como una de las trabas para lograr incidencia el hecho de que en la actualidad los negocios se hacen con el Estado. “El Estado no solo controla todos los poderes, sino también los negocios”, critica.
Al participar en la actividad “Los 20 deseos de ANJE 2017”, en el panel “Transformaciones de ayer y hoy en la cultura institucional del país”, la extitular de la ANJE deploró que República Dominicana haya retrocedido institucionalmente en diferentes aspectos desde 2003 a 2017.
“Hemos experimentado una contrarreforma, que no solo se ha dado en el aspecto institucional, también está la del sector eléctrico. También hemos vivido una contrarreforma en el Poder Judicial. Ha habido un retroceso, desde el punto de vista de la incidencia que tiene la sociedad civil de cara a las autoridades”, sostiene, al tiempo de culpar de esa situación a los gobiernos del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
“Los gobiernos del PLD han sido, no solo absolutistas, sino que al mismo tiempo han hecho una estrategia para debilitar a la sociedad civil”, dice.
Corrupción
Sobre el caso de los sobornos por US$92 millones que confesó la constructora brasileña Odebrecht que repartió en el país para ser beneficiada con la adjudicación de obras del Estado, Marisol Vicens califica como “tímida” la actitud que hasta el momento muestran las autoridades dominicanas y entiende que la sociedad tiene que exigir que haya sanciones y el cese de la impunidad.
“Hay una sociedad que está empoderándose. Creo que es un momento trascendental, donde tiene que haber un antes y después de la justicia y la impunidad en República Dominicana, y si eso no sucediera, sería fatal para el futuro del país”, dijo.
Mientras que Manuel Díez Cabral, pasado presidente de ANJE y quien participó al igual que Vicent en el panel, se mostró confiado en que el caso Odebrecht traerá consecuencias jurídicas en República Dominicana al igual que en otros países. “Confío en que finalmente va a pasar algo”, refirió.
Aunque Díez Cabral considera que el país está mejor que hace 25 años atrás, puntualiza que “tenemos que seguir luchando por el tema de la institucionalidad”.
Advierte que República Dominicana no va a sobrevivir económicamente a largo plazo, si no procede a modificar y planifica a los poderes económicos y sociales.
Pacto Fiscal
La empresaria Ligia Bonetti, quien participó en el segundo panel preparado por la ANJE, titulado “¿Cómo hacer del Pacto Fiscal una realidad?”, entiende que antes de pensar en un pacto fiscal, la sociedad dominicana y empresarios deben salir del eléctrico.
“Para pensar en un pacto fiscal debe haber principios: ¿qué queremos como ciudadanos? Tener un país sostenible financieramente es sencillo. Es sencillamente saber que tiene que haber disciplina. Las autoridades tienen que comprometerse con un presupuesto de ingresos y gastos positivos, sin déficit”, considera Bonetti.
En otro orden, el economista José Luis de Ramón, advierte que la sociedad dominicana tiene que aceptar las consecuencias macroeconómicas que generaría una política de cierre del déficit.
“Con el cierre del déficit fiscal se cierra el financiamiento de la balanza de pago. Hay que cerrarlo, es inevitable”, agrega De Ramón durante el evento de la ANJE que se llevó a cabo en un hotel del Distrito Nacional.
Panel de ANJE
En el evento, la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) citó dentro de sus 20 deseos para 2017:
1) contar con mayor eficiencia, control y calidad del gasto público, atendiéndose las áreas prioritarias para el desarrollo del país;
2) generar nuevos ingresos públicos, fomentando la formalidad y reduciendo la evasión de impuestos;
3) contar con una Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal que transparente el proceso del presupuesto, elimine la discrecionalidad del gasto público y establezca topes al déficit para evitar un crecimiento descontrolado en la deuda pública, y
4) simplificar la estructura tributaria por medio de la eliminación de distorsiones causadas por los múltiples parches tributarios.
En la actividad participaron además de Vicens, Díez Cabral, De Ramón y Bonetti, Marino Ginebra y y José Manuel Vicente.