[dropcap]A[/dropcap] tan solo 150 kilómetros del Distrito Nacional, en el municipio Sabana de la Mar, provincia Hato Mayor, se tiende sobre el pasto el Rancho Don Rey, un espacio para que los amantes del rodeo cabalguen en un ambiente atractivo por su cercanía al Parque Nacional Los Haitises.
El rancho, que opera como club ecuestre, cuenta con varias atracciones e instalaciones para acoger visitantes. En su ámbito alberga dos razas: el Cuarto de Milla y el American Paint Horse, ideales para la práctica de reining, rodeo y las carreras de barriles.
“Necesitamos que el Estado entienda que el caballo no es un lujo de ‘cuatro riquitos’, el caballo es una ‘industria’ (ecoturística) potencialmente atractiva”, expresa Fauntly Garrido, propietario del rancho.
Garrido asegura que la crianza equina se encuentra entre las 10 mayores actividades del mundo. Sostiene que solo se encuentra por debajo de la armamentista, la automotriz, farmacéutica y petroquímica.
“El caballo deja mucho dinero en el mundo. En Estados Unidos y Europa te dicen que por cada caballo que entra a un evento de competencia se crean siete empleos”, destaca.
República Dominicana ha logrado avances en competencias equinas internacionales, destacándose la criolla Ivonne Losos de Muñíz, quien recientemente triunfó en el prestigioso circuito del Global Dressage Festival en Wellington, Florida. La primera atleta ecuestre en representar al país en unos Juegos Olímpicos se llevó el primer lugar en el Prix St. Georges y ha ganado al menos nueve medallas en Juegos Panamericanos y Centroamericanos.
Garrido plantea que “siempre le he dicho a la gente en el país que si nosotros, que tenemos una industria turística tan interesante, tuviéramos un lugar donde presentar eventos equinos de gran envergadura tendríamos una generación de trabajo impresionante alrededor del mundo del caballo”.
El costo de mantener un caballo depende de las condiciones en las que se tenga (trancado o suelto), de la forma en cómo su propietario se provea de la alimentación y de su herraje, declara.
El también jinete resalta que solo para el cuidado de sus caballos cuenta con seis personas, siendo el segundo empleador del municipio, por detrás del ayuntamiento de Sabana de la Mar.
Entiende que es irracional que el sistema educativo viva de espalda a la riqueza medioambiental del país y critica que siendo Hato Mayor la única provincia que es reserva medioambiental, sea la quinta más pobre del país y la segunda de la región Este.
De acuerdo al Mapa de la Pobreza en República Dominicana, publicado por la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES), del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, Hato Mayor era, al 2010, la décima demarcación con mayor índice de pobreza.
Sobre Rancho Don Rey
El rancho surge en el año 2000, tras el fallecimiento de Reinaldo Garrido (Don Rey), padre del actual propietario, que para el 1998 tenía a su cargo la administración del lugar. “Antes él (su progenitor) le decía Rancho Café Colado y ese nombre no me gustaba”, sostiene Garrido.
Detalla que previo al fallecimiento de Don Rey, ninguna de las instalaciones del rancho existían.
“A partir de 2004 nosotros empezamos a hacer campamentos (pertenecen al mismo grupo del colegio New Horizons) y tuve la necesidad de hacer más habitaciones, instalaciones para albergar todo aquello y tenía la presidencia de tres asociaciones y tenía que celebrar eventos aquí. Ahí es que nace el salón grande, la arena techada, más jaulas, un programa de entrenamiento más intenso”, explica Garrido, quien también es educador.
En el rancho se pueden desarrollar desde actividades educativas, deportivas, religiosas, recreativas y de integración para empresas y grupos familiares.
Sostiene que todo lo que se hace en el Rancho es buscando el provecho educativo. “Yo siempre busco la parte pedagógica”, puntualiza.
Atractivos ecoturisticos
Los visitantes a Rancho Don Rey no solo pueden disfrutar de un paseo a caballo, sino también de zipline, áreas deportivas, piscina y visitar las atracciones ecoturísticas cercanas, como los saltos de Yanigua y La Jalda, el Parque Nacional Los Haitises y las bahías de Samaná y San Lorenzo, entre otros atractivos naturales de la zona.
Ademas, el lugar cuenta con un circuito para montar bicicletas de 16 kilómetros.
“Somos un hostal y como tal nosotros no nos promovemos con una agresividad e intensidad y no andamos buscando turismo de masas. Lo que me interesa es que quien venga al rancho se vaya contento, complacer a la gente”, explica Fauntly Garrido, propietario del lugar.
Junto con otras propiedades fueras del rancho, pertenecientes a sus propietarios, el lugar puede albergar entre 60 y 100 personas, de acuerdo a Garrido.
Expresa que Sabana de la Mar es un municipio que pese a tener desafios, como la carretera, también tiene sus bondades.