[dropcap]L[/dropcap]a Reserva Federal, con Janet Yellen al frente, puede afirmar que durante los últimos ocho años cumplió fielmente sus dos tareas principales: control de la inflación y lograr una tasa de desempleo sostenible, lo que los economistas llaman el pleno empleo.
Barack Obama llegó a la Casa Blanca el 20 de enero de 2009. Encontró una economía vapuleada por la crisis económica y financiera en Estados Unidos. ¿Cómo encontró el desempleo? La tasa rondaba el 10%. ¿Cómo lo dejó ocho años después? En 4.7%. ¿Y la inflación? La tasa de 2016 fue de 2%. Y lo mejor: dejó el aparato productivo generando cerca de 2.2 millones de empleos al año.
Los últimos números publicados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el crecimiento de la economía mundial establecen que en este 2017 habrá una moderada aceleración, porque pasará de un 3.1% a 3.4%, mientras que para 2018 subirá al 3.6%.
En los últimos 20 años el crecimiento de la economía mundial ha promediado el 3.5%, lo que indica que el FMI está proyectando un regreso a la media luego que en los últimos tres años el comportamiento económico global ha estado moderadamente por debajo. En el caso de las economías desarrolladas, según la entidad, el crecimiento pasará de 1.6%, en 2016, a 1.9% en 2017 y 2018.
El economista dominico-mexicano Raúl Aníbal Feliz, invitado por el Banco de Reservas a un desayuno empresarial, destaca el crecimiento de 1.6% que registró la economía de Estados Unidos el año pasado, subrayando que en el primer semestre fue de apenas un 1% y con un repunte superior al 2% en el segundo siclo del año.
Para este año, respecto a Estados Unidos, señala que la proyección del FMI es que el crecimiento será de 2.3% y luego 2.5% en 2018. En cambio, las economías de la Eurozona seguirán con un desempeño sostenido de entre 1.6% y 1.7%. Sin embargo, destaca que para Europa es un excelente registro tomando en cuenta que el crecimiento potencial de estas economías, que no tienen aumento demográfico, es de 0.8%, aproximadamente.
“La visión que emerge de estas cifras es moderadamente optimista. Vamos a tener crecimiento más acelerado en Estados Unidos y un buen desempeño sostenido en Europa, así como bajo, muy cercano al potencial, en la economía japonesa”, pronostica.
Respecto a las economías emergentes hay buenas noticias. Su tamaño, en este caso, será una ventaja. Feliz refiere que el FMI estima que el mundo emergente crecerá a un ritmo de 4.5%, más que en 2016 que fue 4.1% y alrededor de 4.8% para 2017.
Dice que Rusia, que ha estado en recesión en los últimos dos años, dejará de estarlo y crecerá moderadamente 1.1%. Del mismo modo Brasil, que también ha estado en una situación similar, saldrá de crecimiento negativo aunque en torno al 0.2%. México, indica, crecerá 1.7% este año y 2% en 2018, según las proyecciones.
“Sin embargo, todo depende de la negociación que está en marcha y de cómo se llegue a un arreglo en el tema comercial con Estados Unidos, pues, de lo contrario, la economía podría entrar en recesión o con crecimiento cercanos a cero en los próximos dos a tres años”, apunta el economista.
Europa
Feliz destaca que Europa tuvo varios años con inflación muy baja con riesgo de caer en deflación, pero ya finalizó 2016 en 1.8% y que en Alemania ya se ve por encima del 2%. Sin embargo, considera que estos resultados no deben atribuirse a que la economía europea recobró su fortaleza y es capaz de generar presiones inflacionarias, sino que gran parte de este repunte tiene que ver con la recuperación del precio del petróleo.
Subraya que no es un tema permanente porque estima que Europa aún necesita de estímulos monetarios, a pesar del pedido de Alemania de que se desmonten.
En su caso, prevé que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) permanecerá igual por lo menos durante el resto de este año. Desde su punto de vista, a finales de este año el euro se acercará a la paridad con el dólar.
Al comentar sobre el crecimiento de China, Feliz observa que ha venido bajando y estima que será de 6.4% en 2017 y de aproximadamente 6.3% en 2018.
“Igual que sucedió con Japón y Corea, que en la medida en que se vuelve un país más rico y grande, naturalmente irá descendiendo la tasa de crecimiento, sin que esto signifique que China haya dejado de ser atractiva o esté enfrentando problemas para crecer. Es una regla natural que los economistas llamamos rendimiento del crecimiento a escala”, afirma Feliz.
Las reformas en el horizonte estadounidense
Lo que pasará. Hay reformas en el horizonte estadounidense. ¿Qué pasaría en Estados Unidos si se hacen estas reformas? Raúl Aníbal Feliz señala algunos modelos planteados por un período de diez años, que a su juicio es un tiempo prudente para saber qué sucederá en un país en términos económicos luego de implementarse un nuevo esquema fiscal.
Lo primero que identifica es que las reformas traerán un “boom” de inversiones y que el stock de capitales de la economía sería hasta un 24% más alto en este período, mientras que el tamaño de la economía sería un 7.5% más grande. “Esto quiere decir que hay la posibilidad de que la economía se acelere en los próximos diez años”, dice.
Sin embargo, estima que con esta reforma el déficit público, sin tomar en cuenta las ganancias del tamaño de la economía, crecería entre cuatro trillones y 5.9 trillones de dólares en diez años, lo que significa que habría que agregar al menos un 30% más de deuda pública.