[dropcap]E[/dropcap]l Grupo Promerica recibió un financiamiento a largo plazo de US$92.5 millones por parte de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés). Estos datos serán invertidos en cuatro subsidiarias del grupo en Centroamérica, con el fin de ampliar el acceso al financiamiento para pequeñas y medianas empresas.
Los cuatro bancos beneficiados son: Banco Promerica en Costa Rica, con US$32,5 millones; Banco de la Producción (Banpro) en Nicaragua conUS$30 millones; Banco Promerica en El Salvador con US$20 millones y Banco Promérica en Guatemala con US$10 millones.
Las subsidiarias del Grupo Promerica en Nicaragua y Costa Rica utilizarán los fondos de IFC para otorgar préstamos a las empresas que deseen adoptar prácticas más eficientes desde el punto de vista energético, junto a la utilización de fuentes limpias. Aunque Nicaragua ya cuenta con importantes recursos geotérmicos y Costa Rica ha establecido la meta de neutralizar todas sus emisiones de carbono para fines de 2021.
Según datos, las empresas de esos países (incluyendo las de El Salvador y Guatemala) son grandes generadoras de empleos y representan el 95% de todas las empresas, pero más de la mitad todavía carecen de acceso a financiamientos, lo que limita su capacidad de crecimiento, por lo que el objetivo del Grupo Promérica será ayudar a acceder al crédito para proyectos de eficiencia energética.
El presidente de la Junta Directiva y CEO del Grupo Promerica, Ramiro Ortiz Mayorga, expresó que “algunas instituciones financieras de la región se muestran reacias a otorgar créditos para implementar nuevas tecnologías que posiblemente no conozcan, por lo que la ayuda del IFC permitirá expandir nuestra cartera para pequeñas y medianas empresas, que son las que crean la gran mayoría de los puestos de trabajo en Centroamérica, además de suministrar bienes y servicios esenciales”.
Inversiones
Desde hace seis decadas, la Corporación Financiera Internacional es un organismo que integra el Grupo Banco Mundial como principal institución internacional de desarrollo dedicada al sector privado en los mercados emergentes.
En el ejercicio de 2016, sus inversiones de largo plazo en los países en desarrollo ascendieron a casi US$19,000 millones, a través de los cuales sacó provecho de su capital, sus conocimientos especializados y su influencia para ayudar al sector privado a poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida.