[dropcap]D[/dropcap]e los US$1.300 millones que la Corporación Financiera Internacional (IFC, siglas en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial (BM), ha destinado a financiar proyectos de generación de energía en Centroamérica desde el año 2011, US$900 millones se han orientado a apoyar iniciativas de tecnologías con energías renovables.
La construcción de la primera planta de generación de energía con gas natural licuado (GNL) promete cambiar el panorama energético de la región, convirtiendo a Panamá en un verdadero hub energético, aunque para ello se requiere invertir no solo en generación, sino también en líneas de transmisión y sistemas de interconexión que faciliten la integración plena a los mercados de energía de Centro y Suramérica.
Así lo planteó Luc Grillet, gerente senior de IFC, en el foro “Panamá, hub de energía: Apostando al futuro”, organizado por Capital Financiero.
Desde el 2011 IFC ha financiado nueve proyectos de generación de energía, de los que ocho usan fuentes renovables (hidro, geotermal, solar y eólica). La planta restante, AES Colón, marcará la entrada del GNL a Centroamérica.
Destacó que Panamá es el país que más financiamiento ha recibido en la región, US$450 millones, de los cuales US$300 se destinaron a financiar el desarrollo del mayor parque eólico de Centroamérica, en la provincia de Coclé, que fue desarrollado por la empresa Inter Energy Holding y tiene capacidad para generar 215 MW (megavatios, siglas en inglés), mientras los restantes US$150 millones financiarán el desarrollo de la planta de GNL que construye AES Colón en el Atlántico panameño, que podrá generar 381 MW.
Grillet advirtió que más allá de su aporte a la oferta de energía en el mercado panameño, esta planta, con un tanque de almacenamiento de GNL con capacidad para 18.000 metros cúbicos, podría ayudar a reducir la dependencia de los derivados del petróleo en lo referente a la generación térmica, algo que es indispensable para garantizar la estabilidad del mercado de energía.
Grillet indicó que el GNL cobra mayor importancia para la región, ya que cada vez es más difícil encontrar las condiciones que permitan la construcción de plantas hidroeléctricas, no solo porque es poco el número de ríos con el caudal necesario que no han sido utilizados para ese fin, sino también porque la mayoría de ellos están en zonas habitadas por comunidades indígenas cuya cultura y tradición deben ser respetadas.
Aclaró que ese organismo no tiene un monto definido para destinar al financiamiento de proyectos de generación de energía.