[dropcap]L[/dropcap]a temporada de béisbol invernal finalizó con un rotuno éxito. Ganó el mejor. Un año más queda demostrado que este pasatiempo, que es un gran negocio para unos pocos y la excusa y canal de muchos para establecer conversaciones estériles, forma parte de la idiosincrasia de los dominicanos.
Pero hay que observar algo que está sucediendo cada vez con mayor frecuencia: los fanáticos están cada vez más conscientes que detrás del juego hay algo muy serio: el negocio y los cientos de millones de pesos que se mueven delante y detrás de las pantallas.
La Liga de Béisbol Profesional debe revisar qué está sucediendo, por ejemplo, con la asistencia a los estadios. Sólo se ve mucho público o fanáticos en la serie final.
Incluso, la forma en que atraen a los asistentes a los estadios, incluyendo los movimientos nada santos y no aptos para todo público de las animadoras, alejan a las familias que consideran un pasatiempo sano. Los estadios deben ser atractivos paraa todos.