El nuevo secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Alfonso Blanco Bonilla, aseguró este lunes que en su administración buscará profundizar el rol técnico del grupo, que cree debe mantenerse divorciado de aspectos ideológicos en temas geopolíticos.
Blanco Bonilla, de nacionalidad uruguaya, dijo a Efe que el asunto de la geopolítica es “un claro reto para el contexto de corto y mediano plazo porque hay todo un movimiento en la geopolítica regional que involucra también al sector energía”.
“Soy convencido (de) que el rol de Olade tiene que estar centrado en aspectos de apoyo técnico a los países y, en tal sentido, tratar de posicionar al organismo en ese rol técnico y divorciarlo un poco de los aspectos ideológicos que tienen a nivel del contenido de las transiciones en cada uno de los países”, dijo.
Apuntó que la transición a nivel político refleja los procesos democráticos en Latinoamérica, pero recalcó que Olade, con sede en Quito, “tiene que sustentar su rol técnico de respaldo y apoyo a los países tratando de dejar de lado estos temas de transiciones y cambios políticos”.
El uruguayo, que presidirá la Olade hasta enero de 2020, indicó que en su administración desarrollarán esfuerzos para generar una plataforma común y moderna en materia de información energética y potenciarán la cooperación Sur-Sur, entre otros, con el intercambio de información.
Enumeró que ese intercambio puede incluir aspectos de regulación y temas de energía sostenible, entre otros.
Blanco, que asumió la secretaría ejecutiva de la Olade en las instalaciones de la Capilla del Hombre, un museo dedicado a la obra del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, situado en Quito, señaló que buscará reforzar asuntos relacionados con la academia.
Dijo que espera que el organismo pueda ser un centro para que las universidades publiquen artículos de investigación en materia de energía, que Olade “sea un canal para centrar” todo lo que es la actividad de investigación académica que desarrollan las universidades en la región, dijo.
Otro de sus propósitos -adelantó- es fomentar la complementariedad energética “como paso previo a los procesos de integración”.
Blanco Bonilla subrayó que le interesa aumentar más el posicionamiento técnico de Olade a nivel internacional y posicionar a la región como una de las que tiene “mayor intervención de energía renovable dentro de su matriz energética, una de las regiones más limpias, una que ha transitado profundos procesos de cambio” en el sector.
El experto consideró que uno de los canales para lograr sus propósitos es la cooperación Sur-Sur, pues el intercambio de experiencias entre aquellos países que están un poco avanzados con lo que están rezagados “es clave” para el desarrollo, indicó.
Blanco Bonilla comentó que en Latinoamérica y el Caribe, muchos países han transitado “procesos realmente destacados en lo que es la transformación de su sector energía”, lo que señaló como “punto fuerte de la región”.
Identificó como otro punto importante, el que la región posea “enormes” recursos energéticos y puntualizó que el desafío está “en la gobernanza de esos recursos naturales, (en) cómo hacer que esos recursos naturales y su aprovechamiento puedan traducirse en un desarrollo de nuestra sociedad”.
Para el nuevo secretario de la Olade, el mayor problema de la región es la “desigualdad”, un tema que -dijo- se debe trabajar de forma “profunda”.
La Olade está integrada por Argentina, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Grenada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.