[dropcap]L[/dropcap]os expertos analizan los números disponibles, el desempeño de la economía dominicana en 2016 y su alto nivel de endeudamiento para pronosticar, con la bola de cristal de la lógica, un 2017 en el que el Gobierno deberá reducir el gasto —algo que llevan décadas advirtiendo— para poder sobrellevar las riendas de un país que a mediados del año pasado tenía una deuda pública consolidada de más US$35,189.6 millones, el 50.6% de su producto interno bruto (PIB).
Pero las perspectivas no son alentadoras. “La deuda pública seguirá incrementándose en los próximos años, más allá de 2017, debido a la rigidez presupuestaria del Estado”, plantea el economista José Luis de Ramón. “Al parecer, se mantiene la decisión del Gobierno de no reducir el gasto corriente, y es necesario contar con inversión pública en infraestructura. Todo esto hace que el Gobierno mantenga un persistente balance deficitario”.
El Banco Mundial (BM) advierte en el último estudio sobre República Dominicana que, pese a su crecimiento económico sostenido de décadas, el país sigue siendo vulnerable a la “trampa del ingreso medio”, situación que se da cuando una nación “no es capaz de lograr estatus de ingreso alto debido a que carece de reformas estructurales que terminan por obstaculizar el crecimiento”.
Para advertir sobre este peligro, el Banco Mundial cita que de 101 economías de ingreso medio en 1960, sólo 13 escaparon de la citada trampa y se convirtieron en economías de ingreso alto en 2008.
La amenaza Trump
República Dominicana, que según cifras del Banco Central recibió entre enero y noviembre de 2016 un total de US$4,771.1 millones en remesas, con el 70.22% de ese monto desde territorio continental de Estados Unidos y el 1.09% desde Puerto Rico, ve con preocupación la pronta llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca con el anuncio de una política anti inmigrantes.
“República Dominicana podría ser afectada en áreas relacionadas con la migración. Somos un país con gran número de visas activas, generamos emigrantes legales e ilegales y dependemos de las remesas”, dice el economista José Luis de Ramón. “Empezaremos el año —dice— con inquietudes sobre las medidas específicas que aplicará la administración Trump en los Estados Unidos, tras promesas de campaña que incluyen medidas proteccionistas y de control de la emigración”.
Ceara Hatton agrega a esta preocupación que Trump “es un presidente contradictorio, que anuncia un aumento de gasto público y al mismo tiempo una reducción de impuestos, generando un aumento del costo financiero en EEUU, lo cual afectará el país.
También Pavel Isa Contreras llama la atención sobre la incertidumbre. “Sin embargo, no espero efectos inmediatos importantes porque el comercio con los países de Centroamérica y el Caribe no parece estar amenazado, tampoco el turismo y las remesas, a menos que el crecimiento de la economía de Estados Unidos empiece a declinar”.
Amenaza del petróleo
El reputado economista e historiador Bernardo Vega resalta que la economía dominicana se colocó entre las que más crecieron en América Latina en 2016, “gracias a los bajos precios del petróleo y a fuertes flujos de turismo y remesas”, aunque “probablemente sin mejoría en la distribución del ingreso”.
Para 2017 ve elementos de peligro en el aumento de los precios del petróleo, así como en las necesidades de más recursos para terminar las plantas de Punta Catalina y el posible impacto de medidas negativas de la administración de Donald Trump sobre migración y comercio.
Como desafíos del sector productivo ve, además de enfrentar los daños de las muchas lluvias, “las negociaciones de los pactos fiscales y eléctricos y una economía en menor crecimiento que en años anteriores”. También, “una posible renegociación del DR-Cafta”.
Analistas coinciden en mostrar pesimismo para este año que comienza
José Luis de Ramón
Socio director de Deloitte RD
¿Cómo evalúa el desempeño económico de RD en 2016?
El 2016, en términos generales, fue un año bueno para nuestra economía. La tasa de crecimiento se espera sea de 6.5% anual con una tasa de inflación de 1.7% y devaluación de 2.2%. El BC estuvo muy preocupado para mantener este bajo nivel de devaluación llegando a subir tasas de interés aun con tasas de inflación por debajo del objetivo de política monetaria y a permitir que se racionen los dólares en las tristemente famosas listas de espera en los bancos comerciales.
El déficit del sector público, a niveles consolidados estará en el orden de 4.5% a 5% del PIB, de los cuales el déficit cuasifiscal del Banco Central representa alrededor de 1.5%.
¿Cuáles son los desafíos que tiene el Gobierno para 2017?
El alza de tasas en Estados Unidos y un ligero aumento en los precios del petróleo podrían amenazar las cuentas fiscales y presionar los precios locales. No se prevé que las exportaciones superen las de 2016. Sin embargo, la estimulación de la demanda interna vía déficits públicos continuará, a niveles consolidados de 4.5% a 5% del PIB. Por estos factores estimamos que el crecimiento del PIB deberá ser en 2017, menor al de 2016. Estimamos que rondará un 5.5%.
La mayoría de los sectores dirigidos al consumo interno deben crecer. En los servicios, el crecimiento seguirá liderado por el sector financiero. No esperamos variaciones sustanciales en el ritmo de pérdida de valor de la moneda. Estimamos un 3.5% de devaluación para 2017. Los precios del petróleo aunque más altos que en 2016 seguirán bajos, lo que junto a la fortaleza del sector turismo y el aumento en la deuda externa permiten sostener un déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos similar al de 2016, que estimamos podría rondar un 2% del PIB.
Consolidar las finanzas públicas será el principal reto del Gobierno, junto con el déficit del sector eléctrico y mejoras en la seguridad ciudadana.
¿Cuáles problemáticas deberá enfrentar el sector productivo?
El sector privado enfrentará mayores tasas de interés. La autoridad fiscal presionará por más impuestos. La inflación deberá ser algo mayor que en 2016 por efecto de las pérdidas agropecuarias tras las lluvias e inundaciones, dado que los precios de los alimentos impactan mucho la canasta familiar de los quintiles más bajos. Nuestro estimado para la inflación en 2017 es en el rango de 3% a 4%.
No se prevé un aumento de las tasas de impuestos, ni una eliminación sustancial de las exenciones fiscales vigentes.
Pavel Isa Contreras
Docente e investigador del Intec
¿Cómo evalúa el desempeño económico de RD en 2016?
Termina siendo un año bueno en términos macroeconómicos, con una tasa de crecimiento por encima del promedio de las últimas décadas, así como con una estabilidad cambiaria y de precios. Sin embargo, se siguen acumulando factores de crisis que pueden revertir ese desempeño. En particular, el desempeño fiscal sigue siendo problemático, y el resultado es el crecimiento de la deuda pública y del peso del pago de intereses. Por ello, hay un importante riesgo de que el crecimiento de hoy se convierta la crisis y bajo crecimiento en el futuro próximo.
Igualmente, el desempeño de las exportaciones sigue siendo muy problemático: no crecen lo suficiente. La situación se ha salvado por los bajos precios del petróleo y el dinero barato en el mercado internacional.
Cuando esto cese, vendrá el estrangulamiento externo y tendremos serios problemas para crecer si no hacemos algo pronto al respecto.
¿Cuáles son los desafíos que tiene el Gobierno para 2017?
Plantearía cuatro:
1.- Cerrar el Pacto Eléctrico con previsiones claras de una reducción de las pérdidas y del subsidio eléctrico que alivie las finanzas públicas y haga al sector más sostenible.
2.- Lanzar con éxito la discusión para construir una nueva fiscalidad. No esperaría resultados concretos inmediatos pero un camino marcado y el inicio del debate, con un procedimiento y una metodología que lleve a buen término la discusión.
3.- Relanzar las exportaciones, mejorando dramáticamente los servicios a los exportadores.
4.- Enfrentar el desastre en el sector salud, promoviendo de forma definitiva su reforma y mejorando de los servicios que ofrece la red pública así como la prevención.
¿Cuáles problemáticas deberá enfrentar el sector productivo?
Las mismas de siempre y no parece que habrá cambios importantes. A excepción de los programas para PyMEs y las intervenciones focalizadas en la pequeña agricultura, seguimos sin contar con una política de desarrollo productivo robusta, que ponga especial atención en la mejoría de la calidad, el cambio tecnológico, el aprendizaje, la innovación y el incremento en la productividad. La competencia de las importaciones continuará intensificándose, el costo de la energía y los combustibles continuará siendo elevado, la debilidad en la oferta de fuerza de trabajo calificada persistirá, y las dificultades para acceder competitivamente a los mercados internacionales también.
Henri Hebrard
Economista de la Cámara de la Comercio Franco Dominicana
Cómo evalúa el desempeño económico de RD en 2016?
El desempeño a nivel macroeconómico fue muy positivo en términos de crecimiento del PIB en alrededor de 6.3% que, si bien es ligeramente menor al crecimiento del 2015, vuelve a ser el crecimiento más alto a nivel regional. También hubo un buen manejo de la devaluación. La inflación estuvo relativamente baja en 1.5% gracias a los precios deprimidos del petróleo durante el primer semestre de 2016.
Como en años electorales, el crecimiento fue mayor en el primer semestre y se diminuyó a partir de julio. Hay que destacar el mal resultado fiscal. El déficit presupuestado inicialmente en RD$75,893 millones cerraría entre RD$85,000 y RD$90,000 millones. Igualmente, mientras los sectores generadores de divisas mostraron resultados positivos, las exportaciones fuera de la minería registraron nuevamente un descenso. Este es uno de los mayores retos para la economía dominicana.
¿Cuáles son los desafíos que tiene el Gobierno para 2017?
En el área fiscal identificamos dos desafíos. El Presupuesto de 2017 contempla un crecimiento muy elevado de las recaudaciones (RD$63,000 millones). Entendemos que se puede garantizar un crecimiento de los ingresos en RD$50,000 millones, dejando un riesgo de RD$13,000 millones, especialmente con los precios crecientes del petróleo.
Del lado de los gastos, el alza del petróleo y la subida de las tasas de interés significarán subsidios más altos para la electricidad y un mayor costo del servicio de la deuda.
Crecerán las presiones sociales para aumentar los salarios tanto en el sector público como privado, ya que el salario promedio de la Sipen ha crecido por debajo de la inflación en rubros como alimentos, salud y educación.
Se pronostican muchas presiones por el tema de la corrupción y el caso Odebrecht.
Finalmente, queda el enorme reto de finalizar el Pacto Eléctrico y empezar a discutir el Pacto Fiscal.
¿Cuáles problemáticas deberá enfrentar el sector productivo?
En 2017 subirá el precio del petróleo, afectando toda la cadena de producción. También se espera un incremento de las tasas de interés producto de la subida de la tasa de referencia en Estados Unidos y de la demanda adicional del Gobierno para financiar su déficit fiscal.
Por último, las demandas de aumentos salariales podrían complicar la estructura de costos de muchas empresas.
Miguel Ceara-Hatton
Docente universitario y dirigente del PRM
¿Cómo evalúa el desempeño económico de RD en 2016?
Más de lo mismo, alto crecimiento económico pero elevado nivel de exclusión social porque la tasa de desempleo sigue elevada en más de 15%, la cantidad de personas desocupadas abierta y ampliada aumentó, los ingresos reales de la población siguen deprimidos, los servicios públicos son deficientes, la salud se ha deteriorado y en educación seguimos ocupando los peores lugares del mundo en calidad educativa.
El tema de corrupción alcanza proporciones cada vez mayores y la impunidad se mantiene. Imagínese la barbaridad del barrio Los Tres Brazos y seguro nadie será responsable. La desigualdad social se acrecienta, siendo la impunidad la forma más aberrante de desigualdad social. La violencia social se acrecienta resultado, no de la pobreza, sino de la desigualdad, marginación y exclusión social.
El país debe la mitad de su PIB y dedicó 22% de sus ingresos tributarios al pago de intereses. De cada 100 pesos de aumento de gasto público el Gobierno tuvo que dedicar más de 40 al pago de intereses. Lo peor es que con esa deuda se ha pagado la sobrevaluación y los sobornos de los tucanos y las construcciones (como Odebrecht), el negocio hipotecario de la construcción de escuelas, gastos corrientes, desviaciones de fondos, se compraron reformas constitucionales y otros propósitos espurios.
¿Cuáles son los desafíos que tiene el Gobierno para 2017?
El desempleo. Se han creado cerca de 100 mil empleos anuales en los últimos cuatro años, pero ello no es suficiente porque al mercado de trabajo entran cada año esa cantidad de personas, por eso la tasa de desempleo no baja y la cantidad de personas desempleadas aumenta.
Otro problema es la calidad del empleo que se genera que determina un bajo nivel de ingresos de los trabajadores. Además, está la necesidad de enfrentar el deterioro de los servicios de salud, de la seguridad ciudadana, la calidad educativa, mejorar la calidad del gasto público, fortalecer las instituciones y revisar la política de deuda pública. Crear un verdadero Estado de derecho y un sistema de justicia independiente e imparcial.
¿Cuáles problemáticas deberá enfrentar el sector productivo?
Los mismos problemas: la ineficiencia del sector público, la ineficiencia del sector privado por la predominancia de estructuras monopólicos en los mercados, la falta de mercados organizados y transparentes, la falta de institucionalidad, el costo de la energía, el costo financiero, los temas impositivos y la falta de calidad del gasto público.