El ministro de Industria y Comercio sostuvo que el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta), ha consolidado grandes oportunidades en términos de acceso al mercado internacional a una amplia variedad de bienes agropecuarios de producción nacional.
No obstante, también ha presentado grandes retos para un grupo de rubros de este sector que tienen fuertes limitaciones para competir en un escenario de mayor apertura comercial, dijo Temístocles Montás al pronunciar la conferencia “Los Grandes Desafíos de la República Dominicana y Centroamérica en el Actual Momento Internacional”, durante el almuerzo de presentación de Centro Cámara RD en el salón Anacaona del hotel Jaragua.
En el almuerzo fue presentada la directiva que conforma Centro Cámara RD, presidida por la señora Isabel Estévez. Contó con la participación de representantes de diferentes organizaciones empresariales.
Anunció que la Comisión de Alto Nivel creada mediante decreto por el Presidente Medina para evaluar el Impacto del Proceso de Desgravación Arancelaria y de Apertura Comercial que implica el DR-Cafta en los productos sensibles del sector agropecuario dominicano presentará en los próximos días su informe preliminar al presidente, que serán los primeros insumos a fin de ir definiendo y ejecutando acciones que permitan mitigar los efectos de esta apertura a nivel nacional y regional.
“Pero si algo debemos tener claro es que los acuerdos comerciales por si solos no son herramientas de desarrollo. Más bien, deben ser vistos como parte de una estrategia integral de inserción en los mercados internacionales. Esto implica importantes retos de competitividad y productividad”, expresó Montás.
A partir de enero del año 2017 entra en vigencia la etapa final del calendario de desgravación arancelaria especial para los productos agropecuarios, incluyendo los denominados productos sensibles, que cuentan actualmente con condiciones arancelarias más favorables a la producción nacional.
El proceso de liberalización de los rubros agropecuarios denominados sensibles (arroz, leche, azúcar de caña, pollo, frijoles, ajo, cebolla) fue negociado bajo un esquema de desmonte arancelario gradual, con el propósito de evitar un impacto negativo a los productores nacionales, para quienes se acordó un periodo de transición que les permita prepararse y mejorar la competitividad y la productividad, para así poder enfrentar las nuevas condiciones de apertura.
Por otro lado, Montás dijo que tras las elecciones de Estados Unidos se ha configurado un escenario de incertidumbre en la economía mundial, en el que el “fenómeno Donald Trump” es solo un botón de la mayor relevancia y que comparte mesa principal con factores como la ralentización de la economía china, el brexit, la subida de la tasa de interés en EE.UU y una mezcla de otros riesgos geopolíticos.
Agregó que Donald Trump es el fenómeno histórico más desquiciador que quizás haya sufrido la humanidad en siglos, con el agravante de que está interprendo un sentimiento y mentalidad de cambio diseminado en medio mundo.
Señaló que hay signos evidentes de que vendrán transformaciones fruto de la crisis severa que hay actualmente y que el ascenso del nuevo liderazgo en Estado Unidos es la expresión más espectacular de un cambio de paradigma.
“No cuestiono la característica del cambio, pero es evidente que Trump está liderando un pensamiento de cambio. Quizás no nos estamos dando cuenta de que estamos asistiendo a un cambio de visión, con una contundencia nunca antes visto”, dijo.
Macroeconomía
Durante la conferencia, Montás apuntó que la persistencia de riesgos asociados con factores externos se combina con una relativa estabilidad macroeconómica resumida en un crecimiento moderado y bajos niveles de inflación.
“Sin embargo, dada la vulnerabilidad asociada a la demanda externa de los socios comerciales de nuestra región Centroamérica, es pertinente la diversificación geográfica de las exportaciones con el propósito de reducir la vulnerabilidad frente a episodios de ralentización de las economías avanzadas”, puntualizó el titular de Industria y Comercio.
No obstante, el panorama que domina la actualidad, el diagnóstico de la región centroamericana señala la existencia de perspectivas de crecimiento económico superiores a las del resto de América Latina y el Caribe.
“El crecimiento esperado para 2016 se sostiene bajo el supuesto de la continuación de expectativas favorables en torno a la recuperación de sus socios comerciales y la estabilización de los precios de sus exportaciones. Pese a lo anterior, los efectos de una potencial depreciación de las monedas centroamericanas frente al dólar corresponde a una consideración relevante en términos de su política monetaria y los cambios que generaría sobre la actividad comercial.