[dropcap]L[/dropcap]a “sorpresiva” victoria del magnate inmobiliario Donald Trump en las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos abrió en el mundo interrogantes sobre el impacto que tendrán las sonadas reformas que aplicará el nuevo líder en la primera economía del mundo.
Las controvertidas declaraciones de Trump desde el lanzamiento de su campaña para la nominación del Partido Republicano en el verano de 2015 no dejaron de acaparar la atención de todo el mundo, por su marcado discurso ácido hacia la política migratoria, acuerdos comerciales, seguridad nacional, así como a las relaciones con México, China y Europa.
Para analizar los efectos que tendrán las posibles decisiones de Donald Trump durante los próximos años, la Cámara de Comercio y Turismo Dominico-Suiza reunió a cuatro destacados economistas y analistas financieros, quienes ofrecieron su visión al respecto.
Los panelistas del quinto foro Think Economics fueron Ernesto Selman, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES); la presidenta de Analytica, Jacqueline Mora; Luis Veras, analista financiero; y el director gerente de Argentarium, Alejandro Fernández W.
El analista financiero Luis Veras consideró las distintas promesas de campaña del presidente estadounidense electo y estableció una serie de posibles efectos en el país.
Para empezar, la posible construcción de un muro que separe Estados Unidos de México además de otras obras de infraestructura que implicarían una inversión estimada de US$500,000 millones en los cuatro años de gobierno de Trump.
Veras entiende que estas inversiones significarían una considerable dinamización de la economía y la creación de empleos. Pero también implicaría aumento del gasto, del déficit fiscal e inflación. En República Dominicana podría provocar un aumento de las exportaciones de materias primas procedentes de minas y canteras. También podría haber un posible aumento de las remesas familiares, que representan el 7.3% del producto interno bruto (PIB). A esto se agrega un posible incremento de la tasa de cambio e inflación.
Otra de las posibles medidas de Trump es la reducción de impuestos al 15% para las empresas y 25% para personas físicas. Si se aplica, se podrían incrementar las remesas familiares hacia República Dominicana, el intercambio comercial y aumento del turismo estadounidense.
Además se podrían aplicar nuevos aranceles para disminuir las importaciones de los estadounidenses y reducir su déficit comercial. De esta forma, las barreras a las compras internacionales se focalizarían en China y México. El resultado puede producir el encarecimiento de productos y servicios a nivel local y en Estados Unidos e incrementar el empleo en esa nación. Esto representa una oportunidad para incrementar el comercio con otros países.
Se especula que Trump podría propiciar una mayor desregulación del sector financiero, diluyendo medidas implementadas luego de la crisis de 2008. Veras considera que, producto de esta medida, se aumentaría el riesgo sistémico y la mayor volatilidad de los mercados financieros. El impacto local puede resultar en mayor flujo de inversión extranjera.
Menores restricciones en la industria farmacéutica y energía, contrario a las promesas de campaña de Hillary Clinton, podría aumentar la rentabilidad para esas empresas y el aumento de la demanda de petróleo.
En el caso del endurecimiento de la política migratoria, se aumentaría el riesgo de deportaciones para los dominicanos en estatus irregular. Asimismo se podrían reducir las remesas familiares, con un posible incremento del desempleo y la delincuencia por las deportaciones.
También se espera, según los economistas, que el nuevo presidente reduzca el gasto social y renegocie alianzas militares a nivel internacional.
Selman no ve con demasiado pesimismo el gobierno estadounidense que iniciará en enero. Para él, Trump no tomará medidas descabelladas que pudieran poner en peligro la estabilidad económica de Estados Unidos y, por consiguiente, la dominicana. Para afirmarlo se basa en la idea de que se trata de un hombre de negocios que no toma decisiones a la ligera.
“Luce como un tipo pragmático, de negocios. La gente de negocios no se radicaliza ni se pone en un extremo. Nuestra impresión es que va a ser un presidente mucho más moderado de lo que se espera”, aseguró Selman. A esto se agrega el orden institucional estadounidense que resguarda la estabilidad del país de pretensiones particulares, incluso las del presidente.
Selman también confía en la efectividad del equipo de gobierno a la hora de analizar las ventajas y desventajas de cualquier decisión del Poder Ejecutivo estadounidense.
No obstante, el economista considera que habrá cambios de gran relevancia. Para empezar, se tocará las relaciones internacionales en términos de comercio y cooperación, aunque espera que no se tratará de un presidente aislacionista. “No es que Estados Unidos va a levantar muros al comercio o a las inversiones. De hecho, el muro literal está en entredicho”.
Entiende que se acabarán los elogios con el presidente ruso, Vladimir Putin, mientras que se endurecerán las relaciones con los gobiernos de corte socialista en América Latina.
Las reformas internas van a ser múltiples, pronostica Selman, como la eliminación de los decretos y órdenes ejecutivas emitidas por el actual presidente Barack Obama, especialmente aquellas regulaciones “que imponen costos adicionales a hacer negocios” en asunto de energía, medio ambiente, y mercado de trabajo.
“Creo que todo eso se va. Se reemplazará el Obama Care que impuso mayores primas de seguros. En el caso de educación, se le devolverá la responsabilidad a los estados con dinero federal. Va a haber mucha devolución de responsabilidad hacia los estados”, explicó.
En cuanto a política fiscal, Selman no ve con claridad las acciones que tomará el nuevo ejecutivo. La razón principal es que el Congreso estadounidense puede imponer mayores controles al endeudamiento.
Por otro lado, se espera una simplificación de código tributario, reducción de tasas y eliminación de exenciones.
“La política ultra expansiva se va terminar. Ya el mercado lo ha asumido así, independientemente de la decisión que tome la Reserva Federal”.
Poco confiable
“En cuanto a Trump, a mí se me hace extremadamente difícil llegar a una conclusión sobre ese señor, porque solamente pensar en la forma en como hablaba en los debates y en la campaña y cómo habló durante la reunión con Obama”, aseguró Alejandro Fernández W.
Fernández entiende que República Dominicana podría verse afectada por su cercanía a México y como parte del grupo de países emergentes y de América Latina.
“Aunque no estemos tan conectados con México, somos parte de los mercados emergentes y de América Latina y definitivamente que nos impacta a la hora en que salgamos a buscar bonos soberanos”, sostuvo.
Entiende que la estabilidad macroeconómica que se ha vivido en el país durante los últimos 10 años es un comportamiento bastante favorable que raya en lo increíble. No obstante, considera que habrá un punto de quiebre de las condiciones macroeconómicas favorables en los próximos años.
Proyección
La economista Jacqueline Mora advierte que en los próximos años no se espera un crecimiento débil de la economía a nivel internacional, con lo cual no se podría esperar una expansión holgada para República Dominicana.
Otro reto importante que tiene la economía nacional, a juicio de Mora, es el déficit del sector público consolidado, que se estima en alrededor de 5.5% del PIB.
“Es un reto importante que no vamos a poder cambiar de la noche a la mañana”. Otra de las preocupaciones de Mora es la estructura de generación de divisas que impera en el país. Estima que la balanza de bienes y servicios ha dejado una salida de la economía de US$50,000 millones entre 2010 y 2016. “La generación de divisas es un tema estructural que el país debe resolver”, expresó.
Dos de los pilares generadores de divisas citados por Mora son la inversión extranjera directa, así como los ingresos por colocación de bonos soberanos en los mercados internacionales.
“Este endeudamiento ha sido fundamental para mantener esta política de control de tipo de cambio”.
Mora propugna por la implementación de reformas importantes que permitan sostener en el tiempo la capacidad de crecimiento del país.
Independientemente del efecto del nuevo gobierno de Estados Unidos sobre la economía dominicana, la economista considera que en los próximos años el país experimentará un deterioro de sus condiciones macroeconómicas, debido a la incapacidad de tener una balanza positiva con los mercados internacionales, además de un progresivo deterioro de las finanzas públicas.
Think Economics
Durante Think Economics, el presidente de la Cámara de Comercio Dominico-Suiza, Gaetan Bucher, aseguró que esa institución está comprometida con aportar para el fortalecimiento de las relaciones comerciales con República Dominicana, por lo que han venido realizando una serie de análisis con expertos en varios temas de manera regular para poder colaborar en el desarrollo de ideas de impacto para el país.
“Para la Cámara es de vital importancia que el país pueda contar con perspectivas que permitan a la sociedad tomar la decisiones adecuadas que propicien el desarrollo de la nación y las relaciones comerciales con diferentes economías, en especial con Suiza”, indicó Bucher.