Wall Street parece haber superado los temores que había hacia una posible victoria del republicano Donald Trump, por lo menos inicialmente, y ahora le está regalando unos avances bursátiles que parecían impensables hace poco.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador del mercado, se anotó este viernes un segundo récord consecutivo. Lo ha hecho mientras Trump ha bajado el tono de su discurso, con silencios más prolongados a los que había acostumbrado a sus fieles.
El perfil “presidencial” que todos le pedían a Trump cuando le traicionaba su temperamento en mítines políticos o en la red de Twitter parece estar surgiendo ahora, de momento, y los gestos de moderación, de momento, están convenciendo al mercado bursátil.
Todo ello a pesar de que no hay detalles claros sobre lo que hará Trump cuando llegue a la Casa Blanca, especialmente sobre qué promesas cumplirá, de cuáles se olvidará y qué otras aplicará parcialmente.
“Hay un montón de cosas que se dice en las campañas que nunca llegan a ocurrir después de las elecciones”, afirmó el gurú de Wall Street y uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, Warren Buffett, en una entrevista con la cadena CNN.
De lo que ha venido anunciado Trump, por ejemplo se vislumbra que la industria se verá beneficiada por el plan de inversiones en infraestructura que ha prometido.
También el sector de salud por su intención de acabar con un programa oficial de seguro médico conocido como el “Obamacare”, siempre y cuando cuente con el suficiente apoyo en el Congreso.
También al sector financiero le brillan los ojos por las promesas de Trump de reducir las medidas reguladoras y bajar los impuestos, algo que, de momento, está por ver cómo lo hará, y si lo puede hacer cuadrando las cuentas.
Wall Street siempre vio con preocupación la amenaza de Trump de terminar con tratados comerciales que consideraba lesivos, pero del dicho al hecho hay mucho trecho, y habrá que ver si, en este tema, seguirá adelante con sus promesas.
Y es que los analistas económicos saben que las medidas unilaterales en política comercial solo derivan en una cosa: represalias comerciales de los países afectados.
Aun así, Wall Street parece, de momento, contento con el Trump que ha derivado del triunfo electoral. Los analistas no descartan que pueda continuar la racha alcista por un tiempo, pero tampoco las tienen todas consigo.
No tan contentos parecen estar muchos estadounidenses que, frente a la euforia de Wall Street, siguen manifestándose en las calles de Estados Unidos en contra del discurso xenófobo y machista que marcó a Trump durante la campaña electoral.
Pero mientras tanto Wall Street cerró la semana con un nuevo récord en el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, en una nueva señal de que el mercado comienza a ganar confianza hacia la futura Administración de Donald Trump.
Con los resultados de este viernes, el Dow Jones cierra una semana con un avance del 5% y acaba con el mejor resultado semanal desde 2011.
En cambio, el selectivo S&P se desmarcó este viernes de las subidas del parqué neoyorquino y terminó con un descenso del 0.14%, pero en la semana tuvo una ganancia del 3%, la mejor desde octubre de 2014.
La jornada permitió también un reacomodo en las posiciones de los operadores, que han venido apostando en los últimos días en favor del sector financiero e industrial y reduciendo sus preferencias en el campo tecnológico.
Fruto de ese cambio, el índice compuesto del mercado Nasdaq, que estaba quedando rezagado en las alzas de los últimos días, terminó este viernes con un avance del 0.54%, hasta los 5,237.11 puntos, todavía lejos del récord que se anotó al cierre del 22 de septiembre pasado.
Aun así, el sector financiero, que espera ser uno de los más beneficiados por la nueva Administración de Donald Trump, estuvo bien representado en las alzas de este viernes, con un avance del 1.53% en el principal grupo de banca de inversión, Goldman Sachs.
Los operadores y directivos de firmas de inversión coinciden en que las subidas de las últimas jornadas corresponden a promesas hechas durante su campaña por Trump y, además, con el tono moderado que ha mantenido hasta ahora el temperamental magnate neoyorquino.
“El mercado le está dando un beneficio de la duda alcista”, dijo el máximo directivo de la firma 50 Park Investments, Adam Sarhan, en declaraciones recogidas por la cadena financiera CNBC.
Estos avances se producen después de que en las jornadas anteriores a los comicios el S&P 500, el indicador preferido por muchas firmas de inversión, acumulara una racha de nuevo descensos, la más prolongada desde hace 36 años.
“En una semana -agregó Sarhan- el mercado ha pasado desde una excesiva atroz ola de ventas a una ola de compras excesivas”.
Trump está recibiendo crédito de figuras claves para el mercado como Warren Buffett, gurú de Wall Street, que durante la campaña dio un apoyo sin equívocos en favor de Hillary Clinton y que ahora expresó la necesidad de superar las divisiones políticas.
“Es importante que los estadounidenses se unan detrás del presidente”, dijo Buffett, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos y máximo directivo de la firma de inversión Berkshire Hathaway.
“Necesitamos un país unificado”, insistió, y anticipó que algunas de las propuestas que ha defendido Trump durante la campaña posiblemente no sean desarrolladas o ejecutadas parcialmente.
“Hay un montón de cosas que se dice en las campaña que nunca llegan a ocurrir después de las elecciones”, dijo Buffett en una entrevista con la cadena CNN.
Los analistas reciben con buen ánimo la promesa de recortes de impuestos que ha hecho Trump y su intención de derogar un plan de seguro médico impulsado por la Administración de Barack Obama, llamado popularmente como “Obamacare”.
Y también creen que la transición se está llevando más suave de lo que se pensaba y que el clima político está mejorando.