El presidente estadounidense, Barack Obama, su colega chino, Xi Jinping, y el líder de la Cámara de Representantes y republicano de más alto rango, Paul Ryan, felicitaron este miércoles a Donald Trump por su victoria.
Obama telefoneó esta mañana al candidato republicano y presidente electo para felicitarle por su victoria e invitarle a la Casa Blanca el jueves para hablar del proceso de transición.
En un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, informó que Obama también habló con la candidata demócrata, Hillary Clinton, para “expresarle su admiración por la sólida campaña que realizó en todo el país”.
La Casa Blanca anunció que el presidente hará este miércoles una declaración para hablar de los resultados electorales, que han deparado un clara victoria de Trump y de los republicanos, que seguirán controlando ambas cámaras en el Congreso.
En esa declaración, indicó Earnest, el presidente delineará “qué pasos podemos tomar como país para unirnos después de una elección muy peleada”.
Obama conminó a Trump a una reunión el jueves 10 de noviembre, para hablar del proceso de transición que en el que han trabajado durante “cerca de un año”.
“Asegurar una transición de poder sin fricciones es una prioridad del presidente”, aseguró la Casa Blanca.
Obama ha reiterado en los últimos meses que está comprometido en entregar el poder sin complicaciones, pese a la retórica agresiva de Trump y de que el presidente demócrata ha reiterado durante la campaña que el ahora presidente electo no está “capacitado” para ser presidente.
Miembros de la Administración Obama se han reunido con representantes de los equipos de transición de Clinton y Trump en los últimos meses para asegurarse de que la transición se produce de manera gradual y se dispone de la información necesaria.
En Pekín, el presidente chino, Xi Jinping, felicitó a Trump por su victoria y le mostró su disposición a trabajar con él dentro del “respeto mutuo” y con un debate “constructivo” de las diferencias.
El mensaje de Xi a Trump, divulgado por la prensa oficial china, señala que Estados Unidos y China, como las dos mayores economías mundiales, tienen una responsabilidad especial de mantener la paz y la estabilidad globales.
Además, EEUU y China tienen muchos intereses conjuntos y el desarrollo de una relación bilateral y estable sirve a los intereses de ambos pueblos y a las expectativas de la comunidad internacional, añadió el líder chino, que asegura dar “gran importancia” a la relación con Washington.
“Espero trabajar con usted para expandir la cooperación China-EEUU en todos los terrenos”, añade Xi, quien sin embargo señala que desea hacerlo “sobre las bases de los principios del no conflicto, no confrontación, respeto mutuo”.
Insiste en que las diferencias deben ser “controladas de forma constructiva”.
Durante su campaña, Trump ha sido muy crítico con China y ha amenazado insistentemente con imponer aranceles a las importaciones procedentes del gigante asiático para reducir el déficit comercial estadounidense con este país.
Además, el presidente electo de Estados Unidos ha acusado al Gobierno de Pekín de manipular artificialmente el valor de su moneda para promover sus exportaciones.
Asimismo, el presidente de la Cámara de Representantes y republicano de más alto rango, Paul Ryan, reconoció la victoria “increíble” del candidato de su partido, Donald Trump, con el que ha tenido una relación tensa durante la campaña.
Ryan afirmó en un comunicado que la victoria de Trump “marca el rechazo del estatus quo de las políticas progresistas fallidas. Estamos deseando trabajar de la mano de la nueva administración para avanzar planes que mejoren la vida de los estadounidenses”.
“Ha sido una gran noche para nuestro partido, pero ahora nos tenemos que enfocar en unir al país”, apuntó Ryan, en línea con el mensaje de Trump en la celebración de la victoria, más conciliador de lo habitual.
Trump ha dicho en la recta final de la campaña que los días de Ryan como presidente de la cámara baja estaban contados, después de que el republicano de más alto rango institucional se negara a hacer campaña por él tras la polémica de octubre sobre los comentarios lascivos del candidato en un vídeo de 2005.
Ryan mantuvo un ambiguo apoyo a Trump en la recta final de la campaña y nunca ocultó su oposición a algunas ideas o al estilo del discurso del ahora presidente electo.
Trump llegará a la Presidencia en enero con un mandato de las urnas claro y con el control de ambas cámaras en el Congreso, lo que podría auspiciar una reconciliación con Ryan, congresista por Wisconsin, un estado, que contra todo pronóstico, se inclinó del lado republicano.