Barack Obama juró como Presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2009. ¿Cómo estaba la economía cuando llegó a la Casa Blanca y cómo se la deja al próximo inquilino de la primera posición de esa nación norteamericana? Basta con recordar que asumió el cargo en medio de una recesión que heredó de la administración de George W. Bush.
¿Qué le dejará Barack Obama a Hillary Clinton o a Donald Trump en términos económicos? ¿Legará una posición más cómoda que la encontrada en 2009? ¿Cuáles han sido los principales logros de esta gestión? ¿En qué proporción ha mejorado la vida de los estadounidenses?
La llegada de Obama a la avenida Pensilvania 1600, en Washington D.C. (Dirección de la Casa Blanca) llenó de esperanzas a casi 306 millones de estadounidenses, que era la cantidad de habitantes cuando inició su Presidencia, según el Banco Mundial. El ingreso per cápita pasó de US$47,001 a US$55,836, un incremento absoluto de US$8,835, equivalentes a un 18.8%, según datos a septiembre.
A principios de su mandato el desempleo era de un 10%, mientras que en estos momentos está en un 4.9%, según el Departamento de Trabajo. Las estadísticas de la fecha establecen que se perdían alrededor de 800,000 empleos por mes. La Reserva Federal tomó algunas medidas para frenar el despido de empleados, pero no fue hasta 2014 cuando se lograron recuperar los 8.7 millones de empleos perdidos en la recesión iniciada en 2008.
Producto de la herencia económica, la peor parte (que no ha podido superar) es el alto nivel de endeudamiento, ahora en US$19 billones, de los que un 33.5% se le debe a acreedores extranjeros, entre los que está China con 1.25 billones y Japón, US$1.13 billones. El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos pasó de US$14,419 billones a US$17,947 billones, o sea, creció en US$3,528 billones, o un 24.5% (Un billón es igual a mil millones). La economía dominicana cabe 264 veces en la estadounidense.
Durante la gestión de Obama la emisión de CO2 per cápita pasó de 17,192 toneladas a 16,390 toneladas al año, una disminución absoluta de 802, equivalentes a un 4.7%. Según el Centro de Análisis de Información sobre Dióxido de Carbono, División de Ciencias Ambientales del Laboratorio Nacional de Estados Unidos, las emisiones de dióxido de carbono son las que provienen de la quema de combustibles fósiles y de la fabricación del cemento. Incluyen el dióxido de carbono por el consumo de combustibles sólidos, líquidos, gaseosos y de la quema de gas.
Según análisis de CNNMoney, una de las mayores críticas a la economía de Obama, el crecimiento ha sido lento. Históricamente, la economía estadounidense se ha expandido 3% o más al año en promedio. El reporte destaca que la recesión fue una cuchillada contra la economía.
Desde entonces, Estados Unidos ha tenido dificultades para crecer a más del 2% anual. Se suponía que 2016 sería un gran año, pero la Reserva Federal proyecta un crecimiento de apenas 2.1%, a medida que la economía mundial ha frenado el crecimiento en el país.
La publicación destaca que la industria manufacturera ha sido un punto brillante en la economía de Obama. Se está desempeñando mucho mejor que antes de la recesión, según el índice de producción manufacturera.
Los esfuerzos para salvar la industria automotriz mantuvieron vivos puestos de trabajo, y ahora las ventas de automóviles están en auge de nuevo. Por otra parte, el crecimiento explosivo del sector energético estadounidense, especialmente la producción de gas de esquisto en Dakota del Sur, Dakota del Norte, Pensilvania y Texas, ha impulsado nuevos empleos en energía y sectores afines.
Tercer trimestre
Según el sitio datosmacro.com, el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos creció 0.7% en el tercer trimestre de 2016, respecto al trimestre anterior. Esta tasa es 3 décimas mayor que la del segundo trimestre de 2016, que fue del 0.4%.
La variación interanual del PIB ha sido del 1.5%, dos décimas mayor que la del segundo trimestre de 2016, que fue del 1.3%. Si se ordenan los países en función de su PIB per cápita trimestral, Estados Unidos se encuentra en muy buen lugar en cuanto al nivel de vida de sus habitantes, ya que ocupa el puesto número seis.
En estos momentos, y quizá como materia pendiente, la aprobación del Acuerdo Transpacífico, impulsada Obama, se ha visto afectada por la retórica proteccionista que ha invadido la campaña presidencial y que señala al libre comercio como responsable de la deslocalización de la industria.
Wall Street y las elecciones
Si hay algo que no le gusta a quienes manejan Wall Street es que el populismo se instale en la Casa Blanca o haya un presidente errático y víctima de un temperamento incontrolable, ya sea demócrata o republicano.
Y si hay algo que sí le gusta a Wall Street es un presidente demócrata y un Senado republicano, pues piensa que eso equilibra poderes y, al fin y al cabo, tanto la política como los negocios se benefician de las ventajas del regateo y la negociación.
Es por ello que, por ejemplo, el pasado viernes el Dow Jones pasó de ir ganando un 0.30% a perder el 0.30% en pocos minutos después de que las posibilidades de triunfo electoral de Clinton se redujeran por las nuevas pesquisas del FBI en el caso de los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado.
“A los mercados verdaderamente les gustan los demócratas en el Despacho Oval. Es casi un factor de dos contra uno”, sostiene el directivo del banco privado BMO Jack Ablin, en un reporte para EFE.
Desde 1900, recuerda, el Dow Jones tiende a comportarse mejor bajo presidentes demócratas, superando a los republicanos del 8.4 a 6.1% en cuanto a las posibilidades de rendimiento bursátil.