[dropcap]E[/dropcap]l Senado aprobó una resolución que demanda a la gestión de Danilo Medina que emita bonos para la presa Monte Grande, como lo hizo para las plantas de carbón de Punta Catalina. Los congresistas piden sustituir con bonos el préstamo de US$249.6 millones concertado con el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) de Brasil.
Al motivar la resolución, Dionis Sánchez recordó que Monte Grande aumentará la generación de energía eléctrica e irrigará unas 700 mil tareas.
Pero las bondades de Monte Grande son ya muy conocidas. Desde antes de que Leonel Fernández diera un primer picazo el 28 de julio de 2010 para iniciar la obra que impulsa la gestión de Danilo Medina, quien el 23 de febrero de 2014 anunció con un “primer palazo”: “Esta presa se comienza hoy y no se para hasta el 30 de julio, cuando debe ser devuelta a los moradores de esta provincia”.
A principios de este mes el presidente Medina visitó los pueblos afectados por las lluvias del huracán Matthew y anunció que Monte Grande será la solución a las inundaciones del sur.
Pero el proyecto enfrenta un obstáculo tras la decisión del BNDES de suspender el pago de cuotas de préstamos a constructoras investigadas por corrupción, entre las que figuran Odebrecht y Andrade Gutiérrez, compañías a cargo de Punta Catalina y Monte Grande.
La decisión afecta 25 proyectos de más de US$7,000 millones. Después de un “primer picazo” y un “primer palazo” de dos presidentes, sólo resta preguntar si algún hougan de los que tienen su dominio en los bateyes del sur lanzó un maleficio a la cacareada presa Monte Grande.