[dropcap]E[/dropcap]n los países en vías de desarrollo, 2,000 millones de personas no tienen acceso a servicios financieros básicos, como cuentas de ahorro y al crédito. Se trata de casi la mitad de la población adulta de esos lugares.
Dando más acceso a esos servicios por medio de teléfonos inteligentes e internet, se podría aumentar el producto interno bruto (PIB) de estas economías en US$3,700 millones para 2025, de acuerdo con un estudio del Instituto Global McKinsey, una expansión del 6%.
Dos tercios del crecimiento económico podría venir del incremento de la productividad del uso de medios de pago digitales en lugar de usar dinero en efectivo, y utilizando recibos y records electrónicos, en lugar de papel. El resto del incremento del PIB viene de más inversiones en atraer los negocios a la formalidad y en que los créditos estén disponibles de manera más sencilla.
El reporte, publicado el 21 de septiembre pasado establece que los beneficios de las finanzas digitales, van más allá de ampliar el mercado para las instituciones financieras. El acceso a estos servicios básicos podría reducir la inequidad, la pobreza, e incluso la corrupción gubernamental. Esto, además, podría crear 95 millones de nuevos empleos.
Las finanzas digitales pueden proveer acceso a servicios financieros por primera vez para 1,600 millones de personas, entre ellos 880 millones de mujeres, en economías emergentes. Se trata de una meta alcanzable porque la infraestructura ya existe. En 2014, el 80% de los adultos en naciones en desarrollo tenían un contrato de telefonía móvil.
“El desarrollo económico es, usualmente, un largo viaje, pero las soluciones financieras digitales pueden aumentar la velocidad radicalmente, y a un costo relativamente asequible”, dice el reporte.
Los pagos móviles reducen el costo de proveer servicios financieros hasta en un 90%. Esto permitiría que los proveedores de servicios pudieran obtener beneficios aún de clientes de bajos ingresos. A pesar de todo el dinero en efectivo predomina de manera abrumadora. En los países en desarrollo, el 90% de las transacciones se realizan en efectivo. En comparación, los pagos digitales son usados 49% en Estados Unidos, mientras que en el Reino Unido alcanzan el 55%.
Los países más pobres, como Etiopía, India y Nigeria podrían incrementar su PIB en 12%, de acuerdo con el estudio, porque comenzarían desde un nivel muy bajo de inclusión financiera. Relativamente, países más ricos, como China y Brasil, podrían aumentar el PIB en 5%. McKinsey estima que los indios pierden US$2,000 millones al año de sus ingresos por el tiempo que pierden viajando a un banco.
Ventajas de los medios de pago digitales
Los beneficios para los negocios son muchos. Las finanzas digitales podrían crear la condiciones para cerrar la brecha de US$2.2 billones que existe entre el crédito que se otorga actualmente a los micronegocios y el acceso que tienen las empresas medianas.
Los registros de pagos electrónicos, además, podrían implicar un ahorro de US$110,000 millones anuales para los gobiernos, que puede ser utilizado en proyectos de inversión pública.
“Miles de millones de personas en países emergentes poseen los dispositivos móviles para conectarse directamente en el sistema nacional de pagos”, dice el reporte.