[dropcap]E[/dropcap]l Gobierno ha elaborado un proyecto de presupuesto de ingresos y ley de gastos públicos para el próximo año asumiendo un déficit fiscal de alrededor de RD$84,893.8 millones. Esto es la diferencia entre su estimación de gastos y su proyección de ingresos.
De acuerdo con el Gobierno, ese monto equivale al 2.3% del producto interno bruto (PIB) del próximo año, por lo que, en términos teóricos, se mantendrá con un déficit moderado.
Sin embargo, para el próximo año el Gobierno incurrirá en la misma práctica de años anteriores, consistente en transferir parte de su déficit fiscal al Banco Central, en forma de déficit “cuasi fiscal”, al no transferirle como recapitalización los montos programados originalmente en la Ley 167-07.
Para no incurrir en ilegalidades, las autoridades del Ministerio de Hacienda, cuando elaboran el proyecto de presupuesto, incluyen un artículo de modificación transitoria de la partida correspondiente a la recapitalización del Banco Central. Por ejemplo, este año el Gobierno debió transferir el 1.4% del PIB al Banco Central para su recapitalización y solo le transfirió 0.7%.
Para el 2017, año en que ya no debía hacerle más transferencias si se hubiera cubierto por completo el calendario de recapitalización, el Gobierno ha programado pasarle nuevamente el equivalente al 0.7% del PIB en lugar del 1.4% del PIB.
Pero en términos absolutos, ¿qué significa eso? El 1.4% del PIB sería alrededor de RD$51,674.4 millones, muy cerca de los casi RD$59,000 millones que en teoría el Banco Central debería pagar el próximo año como intereses de los certificados que emite y que ha acumulado hasta llegar a los RD$415,323.7 millones a agosto de este año.
En cambio, al recortar la partida a 0.7%, la transferencia que hará el Gobierno como recapitalización para el Banco Central será de solo RD$25,837.2 millones (más o menos).
La diferencia entre el 1.4% del PIB y el 0.7% del PIB es de alrededor de RD$25,837.2 millones, monto del déficit que estaría siendo transferido al Banco Central y que de no ser así, el déficit fiscal del Gobierno para el 2017 sería de RD$110,731 millones (84,893.8 + 25,837.2) equivalente al 3% del PIB y no al 2.3% estimado.
Entonces, ¿qué hace el Banco Central para cubrir el déficit que le transfiere el Gobierno a causa de la reducción de la recapitalización? Lo cubre mediante la emisión de más certificados cada año, lo que implica un incremento de la deuda del sector público financiero del Estado.
Cada año el Banco Central, entre sus medidas de política monetaria, emite certificados de inversión con el objetivo de mantener controlado el circulante. Esos certificados devengan intereses para los inversionistas, los cuales se computan como déficit cuasi fiscal.
El próximo año es posible que el Banco Central tenga que pagar intereses por el orden de los RD$59,000 millones por los más de RD$415,000 millones que mantiene como emisión de deuda (certificados).
De esa cantidad, el Gobierno debería transferirle RD$51,674.4 millones, pero como solo le va a transferir la mitad, la institución monetaria tendrá que emitir más certificados, suficientes como para captar los recursos necesarios para pagar los intereses que esos mismos certificados provocan.
Se trata de una especie de bola de nieve que va creciendo cada año y que la Ley 167-07 de Recapitalización tenía la intención de detener por medio de un mecanismo mediante el cual el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, le transferiría cada año una partida casi equivalente al monto a pagar de intereses (déficit cuasi fiscal) hasta que ese déficit sea consolidado exclusivamente al Gobierno central y no al Banco Central.
El problema es que dadas las limitaciones económicas del Gobierno, debido a su bajo nivel de recaudación y sus altas prioridades de gastos, se ha visto en la obligación de reducir la partida anual programada para la recapitalización del Banco Central, que se programó en un período de 10 años, desde 2007 al 2016, pero que deberá extenderse por tiempo indefinido.
En los años 2013, 2014, 2015 y 2016 el Gobierno debió transferir al Banco Central partidas equivalentes al 1.1%, 1.2%, 1.3% y 1.4% del PIB, respectivamente.
Sin embargo, durante ese período las transferencias anuales han sido de 0.7% del PIB, por lo que no se ha logrado la meta de reducir el déficit cuasi fiscal del Banco Central, pero sí la de mantener controlado, en teoría, el déficit fiscal del Gobierno.