Wall Street interrumpió este viernes tres semanas seguidas de ganancias tras conocerse un informe de empleo en Estados Unidos peor de lo esperado.
Los operadores en el parqué neoyorquino apostaron por las ventas durante casi toda la sesión tras la publicación del informe oficial de empleo correspondiente a septiembre, que no superó las expectativas de los analistas.
El Departamento de Trabajo informó antes de la apertura de la bolsa neoyorquina que el índice de desempleo subió una décima ese mes y se situó en el 5% tras la creación de 156,000 nuevos puestos de trabajo, insuficientes para compensar las nuevas incorporaciones.
Esta cifra de 156,000 puestos de trabajo es inferior a los 168,000 nuevos empleos que pronosticaron los economistas, después del débil dato de agosto, en el que se crearon apenas 151,000 nuevos puestos.
“Mirando con perspectiva la cifra pues es un poco decepcionante, pero tampoco es que sea una sorpresa”, señaló el vicepresidente de Pontoon, Chris Benson, a la cadena financiera CNBC.
Algunos analistas señalaban que más allá del empleo, son los factores de siempre los que tienen intranquilos a los operadores, esto es, la subida o estabilización de tipos de parte de la Reserva Federal (Fed) así como la caída de precios del petróleo.
El precio del “oro negro” cayó un 1.30% y cerró en Nueva York en 49.81 dólares, y el crudo Brent bajó un 1.17% y cerró en Londres en 51.93 dólares.
Además, los operadores también están pendientes de algunas amenazas más coyunturales, desde el “Brexit” -la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea- hasta las elecciones de EE.UU. el 8 de noviembre.
Un cóctel de incertidumbre para los operadores de Wall Street, poco amantes de las incógnitas y mucho menos de los cambios, ya sean en forma de nuevos tratados internacionales o de subidas de tasas de interés.