[dropcap]E[/dropcap]l Consejo de Gobierno aprobó el Presupuesto de Gastos para 2017, que alcanza la cifra récord de RD$711,000 millones, para un crecimiento de un 7.3% con relación al alcanzado en 2016.
Al margen de su monto, el Presupuesto 2017 tiene algunas novedades en su interior que conviene analizarlas y ponerlas en contexto. En primer lugar, la expansión del gasto total es la más baja comparada con el promedio de los últimos cuatro años que creció, en promedio, un 21.8%. Se pudiera pensar que este bajo crecimiento del presupuesto está vinculado a un tema de austeridad, pero es obvio que el problema es el nivel de ingresos que se ha estimado para ese año.
A propósito, se espera que los ingresos se incrementen en un 13.4%, con una expansión de los ingresos tributarios de apenas un 1.6%, lo que, a nuestro juicio, es relativamente bajo si se parte de la estimación del crecimiento de la economía para el 2017 que estará entre un 6.4% y un 7.4%.
En este punto, llama la atención el hecho de que el Gobierno manifieste que el incremento en los ingresos se hará sin necesidad de que se aumenten los impuestos, sino mediante la eficientización de los procesos recaudatorios, lo que apunta a que se incrementarán las medidas para reducir la elusión y la evasión fiscal.
Otro elemento novedoso del incremento en el presupuesto, es su distribución entre sectores que influyen en el bienestar de la población como son educación, salud, seguridad ciudadana, reducción de pobreza extrema y transferencias condicionadas que gestiona el Gabinete Social. Entre todos estos se llevan casi RD$34,000 millones del gasto total, cifra que pudiera ser mayor si se toma en consideración el gasto en estos sectores que realizan otras instituciones vinculadas y que tienen presupuestos paralelos.
Otras novedades de este presupuesto 2017, es la tasa de cambio que se ha establecido de 47.20 pesos por un dólar la cual, al parecer, está estratégicamente subestimada. En adición, una emisión de 2,500 millones en bonos sustentará la insuficiencia de ingresos del Gobierno, en tanto el monto destinado para el pago de la deuda externa sigue siendo una Espada de Damocles que pende sobre las finanzas públicas.
La rigidez del Presupuesto Nacional 2017, y su incapacidad para impulsar el desarrollo dominicano, son elementos distintivos del mismo.
Al ver todas esas cifras que analizábamos, un joven empleado público se paró a nuestro lado y nos preguntó: ¿y el aumento de salarios en el Gobierno más o menos para cuándo será?