[dropcap]A[/dropcap]demás del particular sistema político y económico, los países occidentales tienen sus recelos frente a la política monetaria de China, en especial Estados Unidos, donde comúnmente se habla del manejo chino como manipulación.
La queja de los estadounidenses es que el gobierno chino no permite que su moneda, el yuan, se aprecie lo suficiente con el fin de mantener sus impresionantes exportaciones, que son el motor de la segunda economía más grande del planeta.
El economista socio de la firma Deloitte Nassim José Alemany asegura que no existe teoría económica que diga cuál es el nivel de intervención que debe tener un país con una moneda o una tasa de interés. La controversia con China ha venido porque se le ha llamado manipulación, pero es la misma intervención que hace cualquier otro país, asegura Alemany.
“Lo que pasa es que en el caso de ellos el asunto es la inversa. Los países, como es el caso de nosotros, intervienen para controlar que el tipo de cambio no suba. Allá lo hacen para que no baje, o sea, de que no se aprecie, porque (la moneda) está más apreciada de lo que estaría, de tener su curso normal en la economía”, explica el economista.
Para el especialista en temas chinos Luis González, China solo está asumiendo su soberanía en el control de su moneda y de su economía en general. Pero como hay un desbalance desfavorable para Estados Unidos, trae críticas de parte del país norteamericano y el resto de economías desarrolladas.
Como China tiene un superávit a cualquier movimiento que haya en las monedas va a afectar las economías. “Entonces lo que hace China es que asume su soberanía y su control, porque China no es un capitalismo de mercado totalmente libre. Ellos tienen cierto control, incluso sobre su moneda. Cuando ellos entienden que deben mantenerla en un nivel, lo hacen”, expresa González.
China, en algunos reclamos internacionales, ha cedido, afirma González. Es decir, que no siempre ha ignorado las solicitudes de las economías occidentales, sobre todo a las de Estados Unidos. Pero la repuesta ante los ataques internacionales ha sido centrada en su soberanía, ya que se remiten a sus derechos sobre su economía y que solo ellos saben cuándo mantienen el precio de su moneda.
“Lo que sucede es que en este caso como China tiene superávit de la balanza comercial, entonces a Estados Unidos no le conviene. China tiene una atribución soberana de mantener su moneda como entienda”, concluye el experto.
¿Por qué tanto revuelo con el yuan?
Nassim José Alemany entiende que de llamar manipulación a la política monetaria china, habría que admitir que todos los bancos centrales del mundo manipulan el tipo de cambio o las tasas de interés, con el fin de alcanzar sus metas. Lo que sucede con China es que muchas veces se dice que ellos están depreciando su moneda en exceso, comprando los dólares que entran a la economía.
Alemany cita un ejemplo similar de política monetaria. Durante la crisis financiera mundial que inició en 2008, Suiza tomó medidas para que su moneda no se apreciara demasiado, debido a las presiones ejercidas por la gran cantidad de capitales que entraban a la economía buscando la estabilidad del país europeo.
“El franco suizo se empezó a apreciar y el banco central se puso un tope para comprar todas las divisas para limitar esa apreciación. Y nadie dijo que Suiza estaba manipulando”, recuerda.
En el caso chino se tiene esa preconcepción de que es una gestión incorrecta y que obedece a la deslealtad. No obstante, se trata de una práctica común en la mayoría de los países de una forma u otra.
La particularidad de China es que se trata de una economía bastante grande con la posibilidad de hacerlo, debido a su superávit comercial, especialmente con la economía consumista de Estados Unidos.
“Si deprecias, vas a exportar más, pero ¿con qué compras? En el caso de China, tiene un superávit de cuenta corriente que le permite depreciar sin que se le vaya a un efecto inflacionario, y como produce localmente su componente de importación es menor”, explica.
Alemany considera que la política actual china se perpetúe para siempre, porque en la medida en que la clase media china siga creciendo y que comience a demandar más productos y servicios, se crearía una espiral inflacionaria. Por eso estima que quizás el país no pueda seguir haciendo este tipo de política en la magnitud que en la actualidad.
El yuan en la canasta del FMI
A finales de 2015, el Fondo Monetario Internacional admitió al yuan chino en su canasta referencial de monedas.
Así la divisa china se unió al dólar, el euro, la libra esterlina y el yen, en la canasta denominada Derechos Especiales de Giro.
Para cumplir con el criterio del FMI, China llevó adelante una serie de reformas, como mejorar el acceso para los extranjeros a los mercados cambiarios chinos, más frecuentes emisiones de deuda y ampliar las horas de operaciones con el yuan.
La canasta está compuesta en 41,9% por dólares, 37.4% de euros, un 11,3% por libras esterlinas y 9.4% del yen. El yuan se unirá el mes que viene. Las demás divisas perderán ponderación.