La compañía minera canadiense Barrick Gold anunció la suspensión temporal de las operaciones en la mina argentina de Veladero mientras se realizan tareas de inspección en el área de lixiviación de la mina.
La interrupción se produce después de que el pasado 8 de septiembre una tubería que transportaba un disolvente en el área de lixiviación resultara dañada por la caída de un bloque de hielo.
Aunque la compañía no identificó el líquido derramado, informaciones locales lo señalan como cianuro, un potente tóxico utilizado en las operaciones de extracción de oro.
Barrick Gold informó que “una pequeña parte” de la sustancia se derramó aunque no alcanzó zonas acuáticas “y el área impactada ha sido ya remediada. El incidente no supuso ningún peligro para la salud de los empleados, las comunidad o el medioambiente”.
El derrame causó protestas y el gobernador de la provincia de San Juan, donde se encuentra la mina, Sergio Uñac, solicitó la paralización de las actividades en la mina.
Barrick Gold señaló en un comunicado dado a conocer hoy que informó a las autoridades de la provincia de San Juan, en el noroeste de Argentina, de la suspensión de operaciones.
“La compañía trabajará con las autoridades provinciales para confirmar la integridad y seguridad de la planta de lixiviación tan rápido como sea posible, a partir de hoy”, explicó Barrick Gold.
Un fiscal de Estado argentino informó este jueves que pedirá investigar la actividad de la mina.
A través de un comunicado, el fiscal de Estado Guillermo De Sanctis comunicó que “formalizará una presentación” ante la Justicia de la provincia de San Juan, donde se encuentra Veladero, para que el tribunal que ya investiga otro derrame ocurrido hace un año analice tanto “la mecánica” de este nuevo “hecho” como las “circunstancias que lo rodean”.
El procurador pide “especial énfasis en investigar conductas que pudieran constituir la eventual comisión de delito y en su caso, dar con los responsables del mismo” al magistrado Pablo Oritja, encargado del juzgado ordinario con sede en la localidad sanjuanina de Jáchal.
Por su parte, Oritja afirmó que, de acuerdo con las primeras informaciones, “técnicamente no debería hablarse de un derrame porque el líquido cianurado” no tuvo contacto con elementos externos, aunque admitió que el incidente causa “estupor” por tener el antecedente del vertido de 2015, en declaraciones al canal TN.
Pese a que Barrick Gold afirmó en un comunicado que el incidente fue producto del “desacople de una cañería” y que “no hubo contacto con ningún curso de agua ni con canales de desvío, de acuerdo con las investigaciones preliminares”, el Gobierno de la provincia de San Juan pidió el cierre preventivo de la mina.
A las protestas de los vecinos de la zona, que ayer salieron a las calles para manifestarse contra la minera, se sumaron las críticas de organizaciones ambientales.
“Este nuevo derrame vuelve a confirmar que no se puede confiar en este tipo de empresas, que con la complicidad de los gobiernos de turno, nos mienten y nos contaminan”, manifestó Gonzalo Strano, coordinador de la campaña de glaciares de Greenpeace Argentina, a través de un comunicado.
Greenpeace afirma que este hecho constata el triunfo de “la impunidad” y piden al presidente argentino, Mauricio Macri, que cierre Veladero, además de recordar que la actividad minera destruye los glaciares.
El derrame de septiembre 2015 -causado por un fallo en el circuito de transporte- supuso una multa para la minera canadiense de 145,7 millones de pesos (unos 9,7 millones de dólares) y el procesamiento judicial de nueve de sus responsables en Argentina.
En aquella ocasión el vertido alcanzó los 1.072 metros cúbicos de solución cianurada y, según el expediente judicial, hubo contaminación de los ríos Potrerillos, Las Taguas y La Palca, ubicados en la zona cercana a la mina de extracción de oro.
Al igual que en esta ocasión, Barrick Gold sostuvo que aquel derrame no supuso un riesgo para la población.